publicado 21 Noviembre 2025

Alejandro Fosk: “La educación lo es todo; apoyar a los niños es nuestra misión”

FOBEJU es la fundación que, desde hace años, garantiza algo esencial para la comunidad judía: que ningún niño o joven quede fuera de la educación judía por razones económicas.Hoy la fundación acompaña a 110 familias y 190 niños y niñas del Instituto Hebreo, entregando becas que les permiten formarse, crecer y participar plenamente de la vida escolar y comunitaria. La necesidad es enorme: se requieren más de 900 millones de pesos al año para cubrir becas.La Fundación ha desarrollado múltiples formas de donar: aportes únicos, membresías “Amigos FOEJU”, compra de certificados solidarios y una tienda con productos judaicos. Además, permite donaciones de empresas en Chile y aportes desde Estados Unidos con beneficios tributarios. Conversamos con su presidente, Alejandro Fosk, quien nos contó qué lo mueve: “Es muy bonito dar… La tzedaká es algo para el alma. Pedir es hacerle un favor a quien está dando, porque se le entrega la posibilidad de mejorar como persona, más aún cuando se trata de que un niño tenga educación judía”.Fosk – quien se declara orgulloso del trabajo “24/7” del equipo que sostiene la operación diaria- recuerda un dato que lo marcó: “Hace dos años, de nueve alumnos con puntaje nacional, seis eran becados”. Para él, ese dato lo resume todo.“El impacto que tiene una beca sobre un niño, sobre una familia, la posibilidad de trascender y generar movilidad social, es tremendo. La educación lo es todo —afirma—. Por eso tenemos que apoyar al colegio y a los niños. Esa es nuestra misión”.—¿Qué motivó esta campaña?“Necesitamos 900 millones de pesos cada año solo para cubrir becas. Hacia final de año estábamos 150 millones lejos de la meta, por eso, desde el 9 de octubre al 9 de noviembre hicimos esta campaña para reunir lo que faltaba y asegurar la permanencia de esos 190 alumnos en el Instituto Hebreo".—¿A qué atribuyes el éxito de la recaudación?“Fue un buen modelo. Contamos con muchísimos voluntarios: uno por cada nivel del colegio, exalumnos, apoderados… Y el domingo 9 de noviembre hicimos una Llamatón, dedicándonos exclusivamente a llamar a posibles donantes para pedirles un aporte único, y a nuestros “Amigos  FOBEJU”, para que hicieran un esfuerzo adicional en el marco de la campaña.Estamos muy contentos: cumplimos la meta para financiar becas, y es la primera vez que lo logramos de esta forma”.—¿Cómo mantendrán el compromiso de los donantes ahora que la campaña terminó?“Esta campaña fue momentánea, pero el trabajo continúa como siempre, enfocándonos en buscar recursos de diferentes formas que nos permitan llegar a públicos diversos. Seguiremos con actividades como campeonatos deportivos, impulsando el “Legado” de los IV Medios, luego con el SOAP solidario y muchas otras. No se trata solo de llamar y pedir: buscamos cumplir la meta por distintas vías. Hay que reinventarse constantemente, porque es un desafío permanente y creciente.Las solicitudes de beca se han duplicado en tres años, porque la situación económica de muchas familias se ha deteriorado, por lo que hacemos grandes esfuerzos por cumplir y concientizar que esto es tarea de todos. En este sentido, es clave que las nuevas generaciones tomen la posta, porque antes teníamos una pirámide de grandes donantes; hoy es al revés: son los “Amigos  FOBEJU”, las donaciones pequeñas y medianas, las que sostienen la fundación”.La importancia de donar: un especial llamado a las empresasAlejandro explica que: “ FOBEJU busca amigos, y un amigo puede donar mil pesos o un millón; lo importante es comprometerse mensualmente para asegurar continuidad.A nivel de empresas, entregamos certificados de donación y ahora también contamos con mecanismos para donaciones desde el extranjero con beneficios tributarios. Es algo muy importante en lo que queremos enfocarnos el próximo año”, enfatiza.Todos podemos ser parte  FOBEJU no solo entrega becas: construye futuro, comunidad y continuidad. Cada aporte —grande o pequeño— cambia una vida, y cada vida cambiada, fortalece al pueblo judío. La misión sigue, y todos podemos ser parte. Recuerda que puedes hacer donaciones o hacerte amigo en el siguiente link. https://fobeju.donando.cl/TestimoniosComo parte del llamado, FOBEJU reunió a donantes y becados en distintos videos. Es así como Karina y Daniel se conocen.Mientras ella cuenta que aporta a FOḄEJU por la continuidad del judaísmo, Daniel se acerca y le dice: “Gracias, porque soy una de las personas a las que ayudaste; ojalá algún día pueda hacer la misma mitzvá que tú”, lo que sorprende y emociona a Karina.Del mismo modo se conocen Esteban y Gali; ella se acerca muy emocionada para conocerlo y agradecerle. Él se alegra y le dice: “Yo estuve en tu misma situación”.

publicado 14 Noviembre 2025

Homenaje a Sima Nisis de Rezepka en el marco del Centenario de WIZO

El pasado lunes 3 de noviembre, en una ceremonia cargada de emoción y recuerdos, fue develada una placa en memoria de Sima Nisis de Rezepka Z.L., destacada directora y fundadora del departamento de Cultura de WIZO Chile hace 47 años, en compañía de su familia: su esposo Salo Rezepka, sus hijas Dalia y Lili , su hermana Raquel Nisis de Hasson y su sobrina Yael Hasson.Sima fue una mujer profundamente comprometida con la labor social y comunitaria de WIZO, tanto en Chile como en Israel. Su dedicación, energía y amor por el trabajo voluntario dejaron una huella imborrable en todas las personas que compartieron con ella.A lo largo de su vida, combinó su trayectoria académica con un incansable espíritu de servicio, siendo ejemplo de liderazgo femenino, solidaridad y entrega hacia las causas que promovían el bienestar de mujeres, niños y familias en situación vulnerable.En la tarde del mismo día, durante la ceremonia de inauguración de la Semana del Centenario de WIZO, se entregó además, de manera póstuma, el Reconocimiento Rebecca Sieff a la memoria de Sima. Este galardón, que lleva el nombre de la fundadora de WIZO, representa uno de los más altos honores dentro de la organización, otorgado a mujeres que han demostrado una trayectoria ejemplar de compromiso, liderazgo y servicio comunitario.Recibir el Reconocimiento Rebecca Sieff es un testimonio del impacto que Sima tuvo en la vida institucional de WIZO y en la comunidad en general. Su legado sigue inspirando a nuevas generaciones de javerot a continuar su camino con el mismo compromiso y pasión que ella demostró en cada uno de sus proyectos.La jornada no solo fue un tributo a su memoria, sino también una reafirmación de los valores que Sima encarnó: solidaridad, educación, justicia social y amor por Israel. Su recuerdo seguirá siendo un faro que ilumina el quehacer de WIZO y de todas las mujeres que creen en la fuerza transformadora del trabajo conjunto.

publicado 14 Noviembre 2025

Exitoso conversatorio sobre los desafíos y alianzas en Medio Oriente

El 11 de noviembre se realizó el conversatorio “La nueva realidad en Medio Oriente”, organizado por La Palabra Israelita y realizado en la sinagoga del Círculo Israelita, en el que tres expertos analizaron los cambios geopolíticos, estratégicos, políticos y comunicacionales que enfrenta el mundo.El panel estuvo compuesto por tres panelistas de lujo: Peleg Lewi, embajador de Israel en Chile, John Griffiths-Spielman, exgeneral de Ejército, licenciado en Ciencias Militares, máster en Seguridad Internacional (Universidad de Georgetown) y doctor en Estudios Americanos (USACH), y Robert Funk, doctor y magíster en Ciencia Política (London School of Economics,) y profesor asociado en la Facultad de Gobierno de la Universidad de Chile. La conversación fue conducida por el rabino Ari Sigal.Sergio Navón, director de la Palabra Israelita, destacó el rol de los medios de comunicación como vehículos de conocimiento, y explicó que esa convicción fue la motivación para organizar el panel.Alianzas regionales y realineamientosEn la instancia, el embajador Peleg Lewi enfatizó el cambio en las dinámicas regionales y la necesidad de ampliar alianzas más allá de las tradicionales. Destacó que hoy emergen socios relevantes en la región: “El proceso de normalización que tuvimos con Bahréin y los Emiratos Árabes, ha sido exitoso. Ellos resultaron ser los mejores aliados de Israel en los últimos dos años. No hubo manifestaciones antiisraelíes en esos países; la única compañía aérea que siguió volando durante toda la guerra contra Israel fue Flydubai; no devolvieron embajadores; no aplicaron sanciones; no hay BDS. Nuestros mejores amigos, al final del día, fueron Bahrein y los Emiratos. Si pudiéramos agregar a Arabia Saudita, estaríamos mejor”, explicó.Lewi abordó también la complejidad del conflicto con Hamás y reflexionó sobre la necesidad de un Estado palestino que no represente una amenaza. “Han tenido cerca de 13 oportunidades de conformar un Estado palestino, empezando el 29 de noviembre de 1947. Hoy necesitamos un vecino que no nos pueda amenazar”, subrayó.“From the river to the sea we will always be…" los israelíes no se irán a ninguna parte, y los palestinos tampoco, por lo tanto, tenemos que aprender a vivir, y para ello se necesitan acuerdos con países que den garantías”, dijo.De la inteligencia a la política: lecciones para ChileEl ex general John Griffiths-Spielman centró su intervención en las lecciones militares y de inteligencia que pueden extrapolarse de Israel a otros Estados. Advirtió que Chile está muy lejos de contar con un sistema de inteligencia robusto e integral: “La inteligencia puede informar, pero el nivel político tiene que actuar”, afirmó.Desde la perspectiva geoestratégica, Griffiths-Spielman consideró los últimos años como un periodo de cambios decisivos en Medio Oriente y recalcó que, desde lo militar, lo ocurrido constituye “el cambio geopolítico y militar más importante en la región en las últimas décadas”, y que este escenario es favorable a Israel.En clave local, advirtió sobre el aumento de conflictos en el mundo y anticipó un escenario “no muy pacífico”. Aunque se dice que Sudamérica es la región más pacífica del mundo en términos de conflictos armados, dijo que, a la vez, es la región más violenta: “Aquí se produce el 85% de todos los secuestros en el mundo y los niveles de criminalidad están disparados”. Mucho de esto, agregó, se debe a que “los Estados son frágiles y les cuesta hacer frente al crimen y eso los lleva a recurrir a las Fuerzas Armadas como una segunda opción de seguridad, lo que termina degradando tanto a las FF.AA. como a las de orden”, aseguró.En ese sentido, resaltó que Israel tiene un Estado robusto y ha sido eficiente en el uso de la fuerza para lidiar con una situación tan compleja como la que impuso Hamás, explicando que ello responde a amenazas no convencionales, motivadas por razones políticas-terroristas.Narrativas, juventud y comunicaciónEl académico Robert Funk puso el acento en la batalla de las narrativas y en la influencia que tienen las nuevas generaciones en el discurso público. “Hemos perdido una generación de jóvenes que se ha sentido seducida por discursos que hablan de genocidio porque recurren a la emoción; eso es un gran problema, porque ellos ocuparán cargos de decisión en el futuro”, sostuvo. Por ello, enfatizó que las estrategias de Israel ya no deben limitarse al poder militar, sino que requieren políticas comunicacionales y acciones culturales que transformen percepciones.En esa línea, John Griffiths se refirió al ciberespacio como “una quinta dimensión de la fuerza”, que es digital, donde cuesta identificar lo verdadero y lo falso. Lo catalogó como “otro desafío para el que debemos preparar a la nueva generación. El poder de lo comunicacional es brutal y los comandantes deben entender esto”, expresó.Relación de Chile e IsraelEl embajador Lewi destacó la relación de más de 70 años entre ambos países y recordó que el presidente Piñera decía que hay una sinergia especial entre Israel y Chile. Esto lo ejemplificó aludiendo a la Comunidad Chilena de Israel: “Es la comunidad más coherente que hay, de todos los países americanos y de todos los países europeos. Lo que hacen es muy importante: están presentes, Chile está siempre presente. Y para Chile creo que Israel también es muy importante”, destacó.John Griffiths recordó un hecho que quizás pocos tenían en sus registros: cuando Chile enfrentó dos graves crisis en 1978, bajo restricciones de EE.UU. e Israel prestó apoyo. “Eso no debemos olvidarlo”, dijo enfático, y criticó la reciente intención de “diversificar” la relación militar: “Eso no se compra, se construye una relación estratégica, y cambiar eso toma décadas”.Por último, advirtió sobre la previsibilidad de nuevas tensiones entre Occidente y otros bloques, dejando entrever que debemos estar atentos, porque “Israel podría ser la punta de lanza de lo que se viene”.AntisemitismoPara el académico Robert Funk, vivimos en una época en que la rabia y la desconfianza impulsan la política, un fenómeno cuyas raíces se remontan a la crisis económica de 2008-2009. Desde entonces, una cadena de crisis —como la Primavera Árabe, Occupy Wall Street, el Estallido Social en Chile y la pandemia— han generado un clima de frustración e incertidumbre global. A esto se suma el miedo al futuro y a los cambios, lo que, en su opinión, produce una demanda por certezas que conduce a liderazgos extremistas y autoritarios, como los que estamos viendo en distintos países.“En ese contexto de malestar social, el antisemitismo —el odio más antiguo del mundo— encuentra terreno fértil. Combatirlo requiere no solo enfrentar el odio, sino también luchar contra la rabia, la incertidumbre y la pulsión por seguir liderazgos autoritarios”, indicó.Convergencias y desafíos futurosA lo largo del panel, los expositores coincidieron en varios puntos: la creciente complejidad del escenario regional, la importancia de fortalecer los sistemas de inteligencia y la capacidad estatal, el papel fundamental de la comunicación en tiempos convulsos y la necesidad de acuerdos internacionales que proporcionen garantías. También destacaron el valor estratégico de las relaciones bilaterales entre Israel y Chile, como parte de una alianza que combina historia, cooperación y desafíos comunes para el futuro.

publicado 31 Octubre 2025

¡Mazal Tov por los 40 años de la filial Maimonides de B'nai B'rith!

Palabras del Presidente Maimónides:“Corría el año 1985, Cecilia y yo nos habíamos casado un año antes. Los dos veníamos de un mundo, digamos… no tan judío, amigos, trabajos hasta familias judías y no judías, al menos en mi caso. Había ya viajado a Israel, pensando más en la radioterapia en Israel, mi trabajo y pasión, que en la tierra prometida. Pero había vuelto con el bichito del judaísmo, metido en los huesos, en la médula de los huesos, donde se forma la sangre.Queríamos tener más vínculos con judíos, pero no tan judíos, abiertos progresistas, palabra vilipendiada hoy, y con razón. Recordé de un seminario en el hotel amancay de Reñaca, al que me había llevado mi amigo Danny Szewkis, a un personaje que me había fascinado, Raúl Bitran, prohombre, magnético, inteligente, había sido secretario general de la Universidad de Chile, junto al rector más famoso quizás desde Andres Bello, Edgardo Boeninger. (que me perdonen Domeyko, Valentín Letelier y DON Juan Gómez Milla)”.Se alinean los astros“En la maleta de mi auto encuentro una revista de una institución de nombre impronunciable, Bnai Brith, pero la revista era interesante, y el director ejecutivo de la institución de raro nombre era…. Raúl Bitran. Ceci y yo decidimos ir a verlo, y ver que tal era la Bnai Brith.La dirección estaba en la revista, Lyon 1933, fuimos una tarde noche, y tocamos el timbre, rinnnng rinnng, se abre la puerta y un señor amablemente nos hace pasar, “Hola, buscamos a Raúl Bitran, ¿está? Si está, pase, ¿me dan sus nombres? ¿Claro, Luis Schwartzmann y Cecilia Frenkel (el burro primero) y tú, ¿cómo te llamas? Alejandro, me dijo él. (Alejandro ya tiene más de 47 años en la institución).Al rato apareció Raúl. Se acordaba de mí, cuanto honor. “Lucho, tú eres el que no votó por mí en la universidad”, me dijo. Pa que le conté eso pensé.Queremos pertenecer a la Bnai Brith, es posible ¿? “Claro, pero mira la casualidad, está aquí un médico joven, ¿tú te dedicas a algo con medicina, cierto?, que quiere hacer una nueva logia. ¿¿¿Logia??? Qué diablos será esto.Apareció el joven médico, Rodolfo Klein y nos contó de su proyecto, una nueva logia de gente joven había que rejuvenecer la Bnai Brith. ¿Les suena eso? A usted que ya llegó hasta aquí leyendo. Al poco tiempo aparecían los brotes de lo que sería la gran filial MAIMONIDES”.Buscar incautos “Dany y su hermano Moishe con la Mimi y Rosita, claro, por supuesto, el negro Cohen con Elizabeth, claro, Gabriel Pilowsky y Selma Abaud, adentro; Roberto Gurovich y Rosi Camhi también, Felipe Kohen y Marta Frías, Alejandro Felzenstein e Isabel Recher y por supuesto Rudy Klein y Deborah Shaoul. Quedamos inscritos en el chárter ¿? Dice en letras grandes:  BNAI BRITH INTERNATIONAL BENEVOLENCE, BROTHERLY LOVE, AND HARMONY. Sí, está en inglés, el lenguaje de D-s decía un jefe mío (si está en inglés, todos creen que es cierto).Que se sepa, se otorgó una carta, que en el distrito veinte, los descritos arriba conforman la filial Maimónides con el número 3250. Qué número tenemos. Tiene sellos dorados, letras góticas y cinco firmas (un vicepresidente no firmó), por eso quizás son siempre dos vicepresidentes. Parece una cosa seria. Lo es. Crecimos, nos transformamos en lo que somos hoy día, una filial vibrante, grande, más de 50 miembros, la presidenta de la Bnai Brith está en nuestra filial, varios exdirectores ejecutivos están o estuvieron en la Maimónides, dirigentes comunitarios, hombres y mujeres exitosos, pero sobre todo GENTE BUENA. Buena gente”. A manera de epílogo “La Maimonides de B'nai B'rith es importante. Lo ha sido para muchos de nosotros que nos ha marcado la vida, para bien, hicimos amistades para toda la vida. En ese momento no lo percibíamos siquiera, pero hoy, 40 años después, nos salta en la cara, como una de las cosas más positivas de que formamos parte. Acrecentamos nuestro judaísmo, valoramos más la amistad y el cariño, aprendimos a convivir y no solo vivir, en fin, crecimos como personas y como judíos.  Y lo hicimos en benevolencia, fraternidad y concordia. Pasamos las dificultades propias del crecimiento y adolescencia, tuvimos escisiones que causaron dolor y angustia, pero, quién diría, nos fuimos consolidando, casi sin proponerlo, como una de las filiales más importantes de Bnai Brith Chile. Y para nosotros por supuesto la más importante del mundo. Hoy cumplimos 40 años y estamos en todas las instituciones judías, aportando, hinchando, pero sobre todo cultivando nuestro judaísmo. Y apoyando a Israel”.- Luis Schwartzmann HassonFundador de la filial y casualmente hoy: Presidente de Filial Maimónides, B’nai B'rith.

publicado 24 Octubre 2025

“Estos dos años han sido una pesadilla"

Se lo ve caminar con soltura por el Estadio Israelita antes del acto de conmemoración del ataque del 7 de octubre, en donde tuvo un rol central. Ha recorrido la mayoría de las comunidades, lo conocen y ya se siente en casa. Antes de llegar a nuestro país, Peleg Lewi fue diplomático en Angola, Colombia, Hungría, Francia, Japón y China. En Paraguay tuvo el desafío de reabrir la embajada israelí, lo que permite avizorar una gestión diplomática esperanzadora en Chile.Hijo de padre uruguayo y madre argentina, nacido en Montevideo, tiene un acento latinoamericano que resulta familiar. Es además muy cercano, lo que facilita la conversación.Embajador, ¿cómo recuerda el 7 de octubre?“A las seis y media de la mañana sonaron las alarmas y comenzaron a caer los cohetes. Quince minutos después, mi hermano y su familia estaban en mi puerta, porque ellos no tenían refugio y vinieron al mío. Al principio veíamos las noticias, pero como soy empleado del Ministerio, empecé a recibir más información. Sin embargo, hasta las últimas horas del día no se sabía exactamente lo que estaba pasando. Eso fue lo peor: la incertidumbre, la angustia de no entender la magnitud del ataque.Para nosotros fue el día más difícil. El sentimiento más grande que tuve fue la incertidumbre: no saber lo que estaba pasando, no saber qué hacer o cómo ayudar. Esa es la peor sensación, cuando uno no puede ayudar a quien está en peligro porque no tiene conocimiento de lo que ocurre”.¿Cómo han sido estos dos años?“Una pesadilla. Recién ahora, con el regreso de los secuestrados vivos, tenemos aire para respirar. Por supuesto que estamos esperando a quienes ya no están con nosotros, pero ver una y otra vez las fotos y los videos de las familias reunidas, nos da aire para continuar. Ahora Israel puede comenzar un proceso de reconstrucción, junto con la diáspora y la comunidad judía, para definir quiénes somos ahora y hacia dónde vamos. Recién hoy estamos en posición de iniciar ese camino”. El Embajador Lewi llegó a Chile precisamente en este dramático periodo, representando a un país que no veía su supervivencia amenazada desde hace décadas. Cuenta que esta es la tercera vez que ejerce como embajador y que ha sido bien recibido por autoridades y la prensa. También dice que le sorprenden los ataques personales en redes sociales: “Nunca vi algo así”, y destaca que la comunidad judía lo ha hecho sentir en casa: “Me han recibido con los brazos abiertos”.Aunque aún no presenta credenciales, ya entregó la copia, lo que le permite trabajar normalmente. Agrega que está muy contento en Santiago y que quiere volcarse al gran desafío de representar a Israel en Chile.¿Por qué dice que es un desafío mayor?“Porque el actual gobierno nos ha puesto dificultades, tanto a Israel como a la comunidad judía. Es evidente que las relaciones bilaterales no están en su mejor momento y hay demasiada crítica hacia Israel.Nosotros recibimos la crítica con mucho amor, pero lo que pedimos al gobierno es que sea objetivo. No todo es blanco y negro y no hay que escoger un lado del conflicto.Además, está el desafío de que el conflicto palestino-israelí no debe importarse a Chile. Acá judíos y palestinos son, ante todo, chilenos. Creo que Chile tiene bastantes quiebres y asuntos internos que resolver como para importar un conflicto.Tenemos casi 80 años de relaciones diplomáticas que no se pueden romper en un segundo. Entonces, nuestro trabajo hoy en día en la Embajada es normalizar las relaciones, mantener el diálogo no solamente con el gobierno chileno, sino también con toda la comunidad chilena”.¿El conflicto ya no está importado?“Está, claro que sí. Pero no hay ninguna razón para seguir calentándolo. O sea, hay un problema de diálogo aquí, en Chile, como en otros países. El mundo está polarizado.Yo creo que la comunidad judía ha tratado de mantener el diálogo, de construir puentes, pero para bailar un tango hacen falta dos personas. Entonces, esperemos que la comunidad palestina sea más constructiva. Es decir, que sepa construir y no dañar lo que existe.Además, hay que separar bien a la comunidad judía de Chile, que son primero chilenos. No son responsables de lo que hace un gobierno de Israel. La comunidad judía de Chile es responsable de la comunidad judía de Chile: punto. Por eso también creo que, si hay críticas sobre el gobierno israelí, no hay que esconderlas”.Al mostrarle un medicamento de TEVA y preguntarle ¿Qué es Israel?, responde:“Es esto (apunta al medicamento). Israel es la solución para el futuro. Creo que el mundo no puede avanzar sin Israel. En cualquier ámbito te digo donde está la participación de Israel.No hay una empresa multinacional exitosa que no tenga un centro de R&D, (Research and Development), en Israel. No existe. El que dice boicot está equivocado, porque no tendría GPS, ni celular, no tendría nada”.Nos quedamos con gusto a poco, pero vendrán más conversaciones. Lo importante es confiar en que a veces, el trabajo más importante de un embajador no es la política, sino enseñar a ver las cosas desde otra perspectiva.

publicado 17 Octubre 2025

Isaac Caro, Roman Yosif y Gabriel Zaliasnik opinan

Cuando el fuego se apagaPor Gabriel Zaliasnik, Profesor de Derecho Pena Facultad de Derecho, Universidad de Chile. Expresidente de la CJCh.Escribo esta columna a solo horas que, finalmente, tras 738 días desde la barbarie perpetrada por grupos terroristas palestinos el 7 de octubre de 2023, el conflicto en Gaza llegue a su fin y se liberen los últimos 48 civiles secuestrados, vivos y muertos. El acuerdo de Sharm el Sheij, impulsadopor Washington y apoyado por el mundo árabe y musulmán, marca un punto de inflexión. Lo que no logró el indolente apaciguamiento europeo ni el antisemitismo de Sánchez en España, ni las condenas estériles de la ONU, lo consiguió el Presidente Donald Trump con resión decidida sobre Hamas. Su firme claridad moral —no la fría e interesada equidistancia ni las mal intencionadas palabras vacías de Petro o Boric- abrieron en definitiva la puerta a la paz.Esta guerra no era inevitable. Fue impuesta cuando Hamas con intenciones genocidas asesinó, secuestró y convirtió a inocentes en escudos humanos. Israel respondió como cualquier democracia que se defiende del terrorismo. El acuerdo da un respiro a millones, pero es innegable que estos años rompieron algo profundo: el espejismo de normalidad de la vida judía en todo el mundo. Desde el 7 de octu-bre, cada día nos recuerda que el antisemitismo no desapareció tras el Holocausto de 6 millones de judíos, solo dormía. Cuando el yiha-dismo lo despertó, lo hizo con furia. Las máscaras cayeron y muchos entendimos, con dolor, quiénes estaban realmente a nuestro lado.Pero de ese horror también brotó una certeza. El pueblo judío ya no es un huésped en la historia de otros, sino que un actor libre y soberano en su tierra milenaria, con lengua, sueños y destino propios.Israel no es un accidente geopolítico, sino la prueba viva de la continuidad y renacimiento judío. La guerra reafirmó que por su existencia no debe pedir disculpas. Su firmeza no fue arrogancia sino supervivencia. De allí que la extrema izquierda islamofascista que tanto exigía un cese al fuego unilateral, hoy no celebre.Ahora toca mirar hacia adelante. Gaza debe reconstruirse, pero sobre nuevos fundamentos: desradicalización y educación para la paz. Nunca más un niño debe ser usado como escudo ni convertido en terrorista. Ningún aula debe dedicarse a impartir odio. La ayuda internacional debe estar condicionada al desarme, la rendición de cuentas y la edificación de instituciones civiles palestinas fuertes y no corruptas. Solo así podrá nacer un futuro compartido en el que la prosperidad sustituya al martirio.Hay en el esfuerzo de Trump un nuevo comienzo, uno en que ya no se cuestione la legitimidad de Israel como único estado judío, y uno en que se sienten las bases para la autodeterminación palestina, viviendo en paz y seguridad. Nada lo expresa mejor que la letra de la canción “A new day will rise” de la cantante israeli Yuval Raphael en el festival Eurovision 2025: “Un nuevo día surgirá, la vida continuará. /Todos lloran, no llores solo. /La oscuridad se desvanecerá, todo el dolor pasará. /Pero nos quedaremos, incluso si dices adiós.*Reproducción autorizada por el autor.Publicada en Diario La Tercera. (14-10-2025)--Volver a casa para un nuevo comienzoPor Roman Yosif Capdeville, Director del Círculo Israelita de Santiago.Describir desde las emociones más profundas lo que hemos vivido en las últimas horas parece una tarea imposible. Lo único que podemos afirmar es que estamos cerrando un ciclo largo, complejo y agotador, especialmente para las familias de los secuestrados, para toda la sociedad israelí y para las comunidades judías del mundo que hemos seguido este proceso día a día desde el 7 de octubre de 2023. Nuestro compromiso sionista nunca estuvo tan fuerte como en estos meses.Como generación, somos privilegiados. Hemos sido testigos de la era dorada del desarrollo de la vida judía y del Estado de Israel, nacida en la posguerra y tras 2.000 años de persecuciones. Y hoy también tenemos la fortuna de presenciar el inicio de una nueva etapa en la historia del Estado Judío y de Medio Oriente en general.Nunca antes habíamos estado tan cerca de una estabilización en las relaciones de Israel con sus vecinos árabes y con el mundo musulmán. La cumbre de Sharm El Sheik del lunes, con Trump a la cabeza, es un ejemplo de ello. Allí no solo participaron países moderados como Jordania, Egipto y Arabia Saudita, sino también Qatar, uno de los principales financistas del Hamas, e Indonesia, el país musulmán con mayor población del mundo. Ver esas imágenes llena de esperanza, pues todos muestran voluntad política de poner fin a la guerra provocada por Hamas y sus aliados iraníes, avanzar en la ampliación de los Acuerdos de Abraham y, sobre todo, construir una Gaza sin islam radical y abrir una posible convivencia en paz entre el futuro Estado Palestino e Israel.Hace algo más de un año, tuve la oportunidad de viajar con un grupo de dirigentes comunitarios a Israel para conmemorar Yom Haatzmaut. Fue quizás una de las conmemoraciones más tristes en la historia reciente, en plena guerra, en medio del duelo y la incertidumbre que enfrentaba el país. La tensión social, los secuestrados, los reservistas en movilización, la economía afectada y los cuestionamientos al gobierno de Bibi Netanyahu. En ese momento había mucha confusión, división y poca claridad respecto al futuro. Hoy, tras estos meses, hemos llegado a aquel día con un alto costo en vidas humanas, en salud mental, en cohesión social y en antisemitismo global. Sin embargo, la comunidad internacional, liderada por Estados Unidos, presenta un plan audaz. Habrá que ver los pasos de su real implementación que nos ilusiona a todos. La pregunta que queda en el aire es: ¿Qué viene para la interna de Israel ahora?La imagen que captamos en mayo de 2024 es de un Israel de contrastes. Por un lado, el Tel Aviv de la innovación y los startups billonarios, con el Bnei Brak, donde a pocas cuadras, el mundo ultraortodoxo vive en condiciones de pobreza y lejanía de la modernidad. También tenemos el Israel de los ashkenazim liberales y de las universidades de clase mundial, pero también el Israel Mizrahi, cada vez más relevante, con su cultura más tradicional. oriental y conservadora. A esto hay que sumar las grandes ciudades, donde el valor del metro cuadrado alcanza el de Manhattan, versus las comunidades agrícolas como en el Neguev, que continúan luchando contra el desierto con innovación.Estas diferencias profundas, a veces algo irreconciliables según demógrafos como Sergio Della Pergola, enriquecen a un Israel diverso y lo convierten en una potencia cultural, económica, militar y social única en el mundo.Pero, tras el fin de esta guerra, Israel debe enfocarse en revisar su sistema político fragmentado, sus políticas públicas respecto a la comunidad ultraortodoxa, y en avanzar en la integración de la población árabe-israelí. Es fundamental repensar su estrategia de defensa, manteniendo alianzas con Occidente, pero sin depender exclusivamente de ellas para enfrentar futuros escenarios de agresión.Todos estos desafíos de largo plazo requieren consensos y una visión de Estado, tal vez apuntando a un nuevo gobierno de unidad nacional. La sociedad israelí necesita potenciar a sus liderazgos moderados, aislar a los más radicales y asegurar la sostenibilidad del Estado para sus próximos 77 años, que estará en juego durante esta etapa decisiva.Lo positivo es que, tras la masacre del 7 de octubre y la guerra en múltiples frentes que siguió, se abre un nuevo escenario para diseñar, con liderazgo, fuerza y sabiduría, el futuro del Pueblo Judío.Desde Chile, también podemos ser parte de esa construcción. Es momento de fortalecer nuestra comunidad: más amable, más integrada, con menos odios y con menos deslegitimación entre instituciones. Lo anterior con un foco especial en ser fuertes por dentro para los desafíos que tenemos hacia el exterior, donde nadie sobra. Tenemos todos una responsabilidad ética con nuestro pasado y con la continuidad judía de nuestros hijos, que al igual que en Israel, requiere más Ahavat Jinam (amor gratuito) para asegurar una vida judía plena, profunda y significativa.La invitación es compleja y simple a la vez: Hinei ma tov umanaim shevet ajim gam yajad, aprovechemos este momento de catarsis colectiva como pueblo, para que este volver a casa simbolice volver a ser más hermanos y caminar más juntos que nunca este nuevo comienzo.Am Israel Jai.--Acuerdo de paz Israel-Hamás: Alcances y limitaciones Por Isaac Caro, Universidad Alberto HurtadoEl 13 de octubre de 2025 será considerado como un día histórico para Israel y para el conjunto de Medio Oriente. En primer lugar, tuvo lugar la liberación de 20 rehenes israelíes que fueron capturados en el ataque llevado a cabo por Hamás en contra de Israel el 7 de octubre de 2023. Aquel día el movimiento islamista asesinó a unas 1.200 personas, tomando como rehenes a unas 250. En segundo lugar, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, dio un discurso ante la Knesset o parlamento israelí, celebrando el cese al fuego y el regreso de los rehenes, anunciando un nuevo amanecer para la región. Anteriormente, sólo tres presidentes estadounidenses se habían dirigido ante la Knesset.  En marzo de 1979, el discurso de Jimmy Carter se dio en el contexto de las negociaciones que llevaron a los Acuerdos de Campo David, en virtud de los cuales Egipto e Israel firmaron un tratado de paz. Posteriormente, después de los Acuerdos de Oslo entre Israel y la Organización de Liberación Palestina, en octubre de 1994 Bill Clinton se dirigió a los legisladores israelíes. En la década siguiente, el 15 de mayo de 2008, George W. Bush pronunció un discurso con motivo del 60 aniversario de la fundación del Estado de Israel. El tercer hecho, también significativo, refiere a la firma del acuerdo de paz alcanzado por Israel y Hamás, suscrito en la ciudad egipcia de Sharm el Sheik, por el presidente Trump y los máximos dirigentes de Egipto, Turquía y Qatar, que actuaron como mediadores de este convenio. En una ceremonia que contó con la presencia de más de 20 jefes de Estado y de Gobierno se selló un acuerdo impulsado por el presidente estadounidense y que genera esperanzas para una paz duradera en la guerra de Gaza, como primer paso para una solución al largo conflicto israelí-palestino. El acuerdo, de 20 puntos, establece, entre otras cosas, un cese al fuego, la liberación de rehenes israelíes, la excarcelación de presos palestinos, lo cual se ha cumplido, faltando que Hamás libere a los rehenes muertos en cautivero. Además, quedan muchos temas que parecieran ser difíciles de resolver, como el desarme definitivo del grupo terrorista Hamás, la reconstrucción de Gaza, la retirada completa de las fuerzas de defensa israelíes, y la forma de gobierno en Gaza. Al respecto, se establece la conformación de una “junta de paz”, presidida por el presidente Trump, con la participación del exprimer ministro británico, Tony Blair, así como el despliegue de “fuerzas policiales palestinas” con el apoyo de Egipto y Jordania. A pesar de todas sus limitaciones, el acuerdo abre un camino de esperanza hacia una paz duradera en la región, que sea consistente con la ampliación de los Acuerdos de Abraham, en que nuevos países árabes reconozcan y entablen por primera vez relaciones diplomáticas con Israel, y se avance en la fórmula de dos Estados, que incluya fomentar las condiciones para la creación de un “futuro Estado palestino”, como lo estipula el punto 19 del acuerdo. 

publicado 17 Octubre 2025

¡Estamos completos!

Dada la contingencia, preparamos la caravana rápidamente para dar respuesta a un sentir comunitario. Y fue muy emocionante. La gente estaba muy alegre, entusiasmada, salieron gritando, cantando, con niños. Fue una explosión de alegría por la liberación de los secuestrados. Los miembros de nuestra comunidad tenían ansias de expresar lo que sentían, sin miedo, con mucha energía. Aún cuando quedan cuerpos en Gaza, tenemos la alegría de recuperar a los vivos, y seguiremos la lucha hasta que vuelvan todos.Alfredo Misraji, presidente de la CJCh--Creo que la alegría que se sentía en la caravana nos dio mucho ánimo como comunidad. Nunca había visto tanto orgullo de ser judío en Chile como ayer, judíos de todas las edades con banderas de Israel, música en hebreo y gritando “Am Israel Jai”. Lo que más me alegró fue la cantidad de personas que aplaudían al paso de los autos. Mostrarnos como somos, con la unidad y los valores que tenemos, nos abre muchas puertas, y lo que hicimos ayer lo demuestra.Mica Tramer, presidenta de la FEJJ--Lo del lunes fue un hecho histórico por la cantidad de gente. Además fue una oportunidad única que muestra que sí podemos salir a la calle, que sí hay necesidad de expresar, levantar la cabeza y alzar la voz. Creo que no tenemos que tener miedo de salir. La comunidad no está acostumbrada a este tipo de cosas, y ¡pucha que lo necesita! Fue un momento de encuentro en que, desde niños hasta abuelitas, estuvieron felices gritando “Am Israel Jai”. Estábamos todos felices, y fue un gran acierto hacerlo ese mismo día, porque la caravana se transformó en un espacio de desahogo. Necesitamos aprender que sí podemos salir a la calle: como comunidad lo merecemos. El miedo de que mucha gente nos va a criticar o amenazar, debe quedar atrás. Los aplausos y el apoyo que recibimos fueron mucho más que las ofensas. ¡Se puede salir y mostrar el orgullo judío!Gerardo Gorodisher, expresidente de la CJCh--Después de dos años marcados por tanto dolor, odio e indiferencia, salí a las calles de Santiago con mis banderas de Chile e Israel, un poco asustada al comienzo, pero con más ganas de mostrar mi apoyo a la paz y celebrar la vuelta de los rehenes que tanto, tanto esperamos.Recibí gestos de apoyo, aplausos y miradas sonrientes que me sorprendieron y me emocionaron.El silencio que tantas veces dolió en las redes hoy casi no estuvo en mi recorrido. Fue esperanzador. Fue sanador.Gracias de corazón, si en estos dos años no elegiste la indiferencia, si mandaste un mensaje, una reacción, una palabra de apoyo o simplemente estuviste ahí.Quizás no “tenías nada que ver con la causa”, pero elegiste la empatía, la amistad y el cariño.Jamás olvidaremos eso tampoco.Hoy volví a sentir esperanza <3Nicole Alter--Participar en la caravana fue una experiencia profundamente significativa para mí. No fue solo un acto simbólico: fue una expresión de memoria, unidad y esperanza. Sentí el peso del dolor colectivo, pero también la fuerza de un pueblo que no se resigna al olvido ni al silencio.Me conmovió —y gratamente sorprendió— ver tantas muestras espontáneas de apoyo de personas en las calles: gestos, miradas, bocinazos, manos levantadas. En un mundo que tantas veces elige mirar hacia otro lado, ese respaldo sincero devolvió algo de fe en la humanidad.Volví de esa caravana con el corazón lleno y la convicción más firme de que, mientras haya quienes se movilicen por la vida y la dignidad humana, ningún cautiverio ni oscuridad podrá vencer del todo.Ariel Schapiro--Debo confesar que hoy lloré de emoción. Teníamos que salir a las calles, porque el mundo tiene que ver y sentir lo importante que es este momento, en que se han liberado a veinte rehenes, se está alcanzando la paz, se ha declarado un alto al fuego y, cada vez más, Hamás está quedando aislado.Por eso esta caravana —con más de 300 autos y cientos de banderas— fue una instancia muy especial para estar con la comunidad y compartir nuestra alegría con todos los chilenos.Shai Agosin, expresidente de la CJCh--La caravana fue un momento de catarsis: por fin pudimos permitirnos estar felices después de dos años de angustia y tristeza. Celebrar orgullosos a nuestro amado Israel en las calles, junto a tanta gente, y recibir la buena onda de quienes pasaban a nuestro lado fue maravilloso.Ariela Agosin, expresidenta de la CJCh--Siento que, después de dos años en que venimos sintiendo un dolor en el corazón, una tremenda pena, un abandono y una soledad muy grande, en que muchos pensaban que tenían que esconder su judaísmo o sentían miedo de expresarlo abiertamente en la calle, esta fue una muy buena experiencia.Fue un momento de alegría, de esperanza, porque empezamos a sentir el término de la guerra y un horizonte mucho más positivo y esperanzador, por lo cual era necesario abrazarnos, mirarnos, salir a la calle juntos y decir que estamos orgullosos de quienes somos y de vivir nuestro judaísmo abiertamente, en la calle y sin miedo.Dafne Englander, directora ejecutiva CJCh--No tenía claro cuántos seríamos los que íbamos a participar en la caravana por el término de la guerra y la liberación de los Jatufim. Cuando estacioné detrás de otro auto antes de la calle Ben Gurión, pude ver que los judíos de Chile dijimos “presente”. Mi emoción era inmensa, y junto a mi señora empezamos a cantar a toda voz “Am Israel Jai”.Durante el recorrido pude ver a personas en la calle que nos aplaudían, y eso me llenó de orgullo.Salo Goldzweig--Fue emocionante ver la convocatoria espontánea a la Caravana por la Vida y la Paz en Chile, celebrando la alegría por la liberación de nuestros hermanos secuestrados por Hamás. Una multitud se reunió con globos, banderas y sonrisas para recorrer las calles entre bocinas y esperanza. Fue un momento histórico para nuestra comunidad, que quedará grabado en nuestra memoria y en el corazón de nuestros hijos.Tauba Müller--Tengo 46 años y no recuerdo haber salido con banderas de Israel a mostrar nuestra identidad sionista, y esto fue más emocionante todavía porque lo pude compartir con mi esposa y mis dos hijos, que estaban muy emocionados, muy orgullosos de Israel, de mostrar que somos judíos, que somos sionistas, que amamos al Estado de Israel y deseamos que perdure en el tiempo. Y quisimos salir a manifestárselo a todo el país. Y la verdad es que recibimos mucho apoyo. Hubo muchos pulgares hacia arriba, muchos toques de bocina en respuesta a los nuestros, muchos aplausos. Algunos autos nos felicitaban o hacían el símbolo de la paz. Entonces fue muy lindo, muy lindo, y nos dejó con el alma muy llena.Creo que para todos los que participamos, para las nuevas generaciones, y en especial para mis hijos, este fue un mensaje muy potente: no escondernos y mostrar con orgullo nuestro sionismo.Diego Barr--Lo que se sintió en este momento tan histórico, en que liberaron a los rehenes, fue súper emocionante. Ver a tanta gente de la comunidad unida, sin escondernos y alzando la voz por lo felices que estábamos después de dos años tan duros, me conmovió profundamente.Me sorprendió mucho ver que también había gente que nos apoyaba, que levantaba el pulgar, nos sonreía y aplaudía.Eso también me dio mucha emoción y alegría, porque no me hubiera imaginado que, más allá del antisemitismo que vemos en las redes sociales, hay gente en la calle que nos apoya.Galit Rezepka

publicado 10 Octubre 2025

Círculo Israelita de Santiago y Club La Dehesa se unen para fortalecer la vida judía en Chile

El 25 de septiembre quedará marcado como una fecha significativa para la comunidad judía en Chile. En esa jornada, el Círculo Israelita de Santiago (Mercaz) y el Club La Dehesa, firmaron una alianza estratégica con el objetivo de potenciar la vida comunitaria, deportiva y social de sus socios, abriendo un espacio de cooperación que, según todos los participantes, será duradero y fructífero.La ceremonia se realizó en el Kadima Center, en un ambiente de cercanía con palabras de las autoridades de ambas instituciones, quienes coincidieron en que el acuerdo representa una forma concreta de tender puentes y crear sinergias.Desde el Círculo Israelita de Santiago, el entusiasmo también se hizo notar. David Naschelski, director del CIS, recalcó el valor de trabajar de manera conjunta con instituciones de prestigio: “Estamos muy contentos de hacer esta alianza que va a fortalecer los beneficios que podemos ofrecer a nuestros socios. Al mismo tiempo, seguimos estrechando lazos comunitarios con otras instituciones y generando un modelo de crecimiento mutuo. Esto no se trata de que cada institución crezca sola, sino de que todos podamos potenciarnos. Además, el Mercaz aporta volumen de socios que es un buen match con las necesidades del club. Al final, todos ganamos”, señaló Naschelski.Tradición y aperturaPara Sebastián Bercovich, director del Club La Dehesa, este acuerdo es parte de un proceso natural de acercamiento a la comunidad judía en Chile: “Estamos muy contentos y emocionados. Esta alianza es parte de uno de los pilares más importantes para nuestro Directorio, que es justamente proteger y profundizar los valores fundacionales y la identidad judía de nuestro Club tal como lo imaginaron sus fundadores hace más de 60 años. Estamos seguros que esta alianza será próspera, duradera y traerá grandes beneficios para los socios de ambas instituciones”.El Mercaz reafirma su rol comunitarioEn representación del Círculo Israelita de Santiago, Mario Kiblisky, director ejecutivo del Mercaz, destacó que se trata de una nueva etapa: “Hace algunas semanas nos asociamos con el Estadio Israelita, y ahora con el Club La Dehesa. Estos acuerdos reflejan lo que entendemos como vida comunitaria: un espacio donde la cultura judía y el deporte se entrelazan para fortalecer la identidad judía en un entorno plural, abierto y diverso. En concreto, familias socias del Círculo Israelita de Santiago podrán optar a ser socios del Club La Dehesa en la categoría “No Golf”, con una membresía mensual que se pagará directamente al Club, actualmente de UF 5. Además, estarán exentos del pago de la cuota de incorporación. Andrea Arueste - andrea@cis.cl.-, directora del Centro Comunitario, podrá resolver dudas y entregar mayor información”.Una apuesta por la tradición y la familiaEl espíritu de esta alianza también fue resaltado por quienes ven en el Club La Dehesa un espacio donde el judaísmo pueda transmitirse a las nuevas generaciones.Marco Castro Silva, gerente general de la inmobiliaria del Club, expresó: “Lo que más valoro es mantener las tradiciones. Siempre hemos estado atentos a resguardar los valores judíos. Para mí es fundamental que estas cosas se traspasen de generación en generación. Mis hijos crecieron vinculados al Mercaz, celebrando sus etapas de vida judía, y este acuerdo me emociona porque asegura que esas experiencias sigan vivas para otras familias”.Una mirada desde la gestión Para la administración del Club, este acuerdo es también una oportunidad para acercar la cultura judía a quienes no forman parte directa de la colonia, pero comparten su espíritu.Pablo Millar Talciani, gerente general del Club Deportivo lo explicó de esta manera: “Cuando me hice socio, hace cinco años, la comunidad me abrió las puertas como si fuera uno más. Hoy, estar involucrado en este acuerdo con el Mercaz me parece extraordinario, porque refleja el deseo del club de mantener raíces y valores judíos. Personalmente, me ha permitido aprender muchísimo sobre el judaísmo, una religión que merece ser conocida y valorada. Este es un beneficio enorme y espero que sea solo el inicio de muchas más iniciativas conjuntas”.Un futuro compartidoEl acuerdo no solo abre puertas para proyectos inmediatos, sino que también proyecta un horizonte de colaboración a largo plazo. Tanto el Mercaz como el Club La Dehesa coincidieron en que este es apenas el primer paso de un proceso que traerá consigo actividades conjuntas, programas culturales, deportivos y sociales que enriquecerán la experiencia de los socios de ambas instituciones.En un Chile donde la vida comunitaria judía se enfrenta a desafíos de integración, pertenencia y continuidad, acciones como esta confirman que el trabajo conjunto es la clave para crecer con solidez.Un mensaje de unidadLos testimonios de los protagonistas de esta firma coincidieron en una idea central: la importancia de mantener vivas las costumbres judías en un contexto de apertura y colaboración.La alianza entre el Círculo Israelita de Santiago y el Club La Dehesa no es solo un acuerdo administrativo. Es un símbolo de lo que significa ser parte de una colectividad: mirar al futuro sin olvidar las raíces, compartir experiencias diversas y, sobre todo, construir juntos.Con la firma del acuerdo, ambas instituciones sellan un compromiso que trasciende lo formal. Una alianza que une deporte, cultura, tradición y comunidad, con la certeza de que, trabajando en conjunto, el camino será más fuerte y más enriquecedor para todos.

publicado 03 Octubre 2025

95 AÑOS JUNTO A LA COMUNIDAD

Este año, La Palabra cumple 95 años de vida. Casi un siglo de presencia ininterrumpida lo convierte en un testigo privilegiado de la historia reciente de Chile, de la comunidad judía y de las transformaciones del mundo. Desde sus primeros números, el semanario asumió una tarea clara: ser un puente de información, reflexión y encuentro.Somos el único semanario judío de Chile, una responsabilidad que asumimos con la seriedad que exige la memoria y con la apertura que demanda el presente. Nuestra línea editorial ha sido siempre transversal: aquí confluyen voces diversas, opiniones distintas y miradas críticas, en un espacio donde lo central no es la uniformidad, sino la conversación y la construcción colectiva. La Palabra Israelita nació como una publicación al servicio de la comunidad, pero con el tiempo ha trascendido esas fronteras. Hoy somos leídos en todo el mundo por judíos y no judíos, por quienes buscan conocer más sobre la vida comunitaria y también por quienes valoran la riqueza de una mirada plural, democrática y profundamente conectada con los desafíos de la sociedad chilena.A lo largo de estos 95 años hemos acompañado a varias generaciones, y nuestro compromiso sigue intacto: mantenernos abiertos, fieles a la verdad y a la diversidad, y seguir siendo una tribuna donde la historia, la identidad y el diálogo se encuentren. La Palabra Israelita es, en definitiva, más que un semanario. Es memoria viva, voz transversal y espacio abierto. Un lugar donde la tradición se une al presente para seguir construyendo futuro

publicado 26 Septiembre 2025

Arte, memoria y comunidad en homenaje a los caídos en Gaza

Si alguien ha perdido a un hijo o una hija en la guerra, no hay palabras suficientes para llenar ese vacío. Pero a veces el arte puede tender un puente entre el dolor y la memoria. Ese es el espíritu de Héroes Eternos, proyecto que entrega retratos personalizados de cada soldado caído en la Guerra de Gaza a sus familias.En conversación con La Palabra Israelita, Óscar Furman explica que no se trata solo de una obra de arte: “Cada retrato es un homenaje íntimo. Lo que reciben las familias no es un retrato cualquiera, sino un recordatorio de que su hijo o hija sigue presente, de que su sacrificio es reconocido en Israel y en todo el mundo”, señala.El origen del proyecto y su impacto en las familiasLa iniciativa nació en Israel de la mano de Zenón Szyldhaus, pintor chileno que vive en Israel, pero pronto se internacionalizó gracias a voluntarios de distintas comunidades judías. “La idea es simple y a la vez poderosa: cada soldado merece un tributo personal. Cada familia merece sentir que su dolor no pasa desapercibido”, explica Furman.El formato también tiene un sello especial: el tamaño del retrato es de 30 x 40 cm, solo se puede pintar en tonos de grises y el único color aceptado es el de los ojos del soldado, símbolo de vida y conexión. “Los ojos son la ventana al alma, y queremos que cada obra transmita justamente eso”, agrega.Oscar nos cuenta que los artistas reciben una foto del soldado con la que irán creando un retrato que capture su esencia y personalidad. El cuadro final, será entregado personalmente a la familia, acompañado de un mensaje personal del artista.A diferencia de los homenajes masivos, explica Furman, “este proyecto ofrece un tributo íntimo, personal y singular. Cada retrato es una obra de arte única y un símbolo de amor y reconocimiento, que llega directamente al corazón de la familia, como  un gesto de solidaridad y un mensaje de que no están solos en su duelo”.Chile y su aporteEn Chile, el equipo formado por Oscar Furman, Roberto Fleiderman, Edith Vidal y Roberto Gejman se ha lucido. Nuestro país ha tenido un rol destacado en esta cruzada global. Según Furman, en Chile participan 46 artistas, desde profesionales consagrados hasta aficionados que decidieron poner su talento al servicio de la memoria. “Nunca habían trabajado en un proyecto de este tipo y lo viven como una experiencia profundamente transformadora”, comenta. Además, destaca que cada obra es sometida a revisión por un comité artístico para cautelar la calidad de las mismas.Metas y desafíos: un llamado comunitarioEl objetivo inmediato de Héroes Eternos es claro: llegar a Iom Hazicaron 2026 con los 903 retratos terminados. Para ello, se requieren más artistas, voluntarios y fondos para trasladar las obras a Israel. “También queremos organizar exposiciones en cada país donde hay artistas trabajando para que puedan ver estos rostros y entender que detrás de cada nombre hay una historia de vida y de heroísmo. Además, estamos viendo para hacer una exhibición en Santiago para presentar este proyecto a la comunidad y agradecer a los artistas que desinteresadamente han contribuido con este proyecto”, adelanta Furman.El duelo de las familias de los soldados caídos es una herida profunda en el tejido de la nación. A pesar de los honores formales, existe una necesidad constante de gestos personales que reafirmen que el sacrificio del soldado y el dolor de la familia son vistos y valorados por el pueblo judío y por el Estado de Israel."Héroes Eternos" ha creado una oportunidad única para sanar. La entrega de estos retratos a las familias en un momento tan significativo como Iom Hazicarón 2026, puede transformar la conmemoración de una fecha de dolor en una celebración de la memoria y la vida, fortaleciendo el vínculo entre el pueblo de Israel y la Diáspora.La entrevista cierra con una invitación directa: “aquí no se busca protagonismo individual. Es un acto comunitario, un gesto de unión. Cualquiera puede ayudar: pintando, organizando o apoyando con recursos. Lo importante es que cada soldado tenga su homenaje y cada familia sienta nuestro abrazo”, concluye Furman.--Datos clave del proyecto (sept - oct 2025)Total de soldados caídos: 903Retratos ya terminados: 550Retratos en proceso: 353Artistas participantes: 260 en 18 países (46 en Chile)--Balance actualLos países participantes actualmente y la cantidad de artistas en cada uno es la siguiente; Argentina - 51Holanda - 1Australia - 11Inglaterra - 12Bélgica - 2Israel - 13Canadá - 1Italia - 1Chile - 43México - 45Costa Rica - 11Panamá - 2Curazao - 1Sud África - 4España - 1Uruguay - 3Francia - 3USA - 19

La Ficción de la “Nueva Siria”

El 8 de diciembre de 2024 marcó el fin de una era. La caída del régimen de Bashar al-Assad, largamente pronosticada y finalmente ejecutada con una celeridad asombrosa, abrió una ventana de incertidumbre estratégica. Un año después, bajo la presidencia de transición del yihadista Ahmed al-Sharaa, Siria no ha encontrado la paz. Ha entrado, en cambio, en una fase peligrosa de “estabilidad de la inestabilidad”, un equilibrio precario que representa un desafío de seguridad más volátil e inmediato para Israel que la amenaza del Estado baazista que lo precedió.La comunidad internacional, y Washington en particular, ha apostado por la figura de al-Sharaa, como un intento de evitar el vacío de poder total y fomentar un diálogo con Israel que podría llevar a un acuerdo de seguridad en la frontera sur. No obstante, esta apuesta ignora la realidad material del nuevo liderazgo sirio.Al-Sharaa, líder de un régimen que aún lucha por consolidar su autoridad sobre una red de 130 milicias reempaquetadas como un “nuevo ejército sirio”, enfrenta enemigos letales, siendo el más peligroso el que reside en casa. La amenaza de golpe o asesinato contra Al-Sharaa es alta, según indican análisis de seguridad. Los elementos más extremistas dentro de su círculo, muchos de ellos con antecedentes yihadistas, consideran la apertura a Occidente y, crucialmente, las negociaciones de un acuerdo de seguridad con Israel bajo el auspicio de EE. UU. como una “bandera roja” ideológica inaceptable.El riesgo estratégico no es, por lo tanto, la intención de al-Sharaa, sino su potencial fracaso. Un golpe de Estado o un magnicidio detonaría el escenario más temido: el colapso, la desintegración y el caos total.En este “Día Después” del líder de transición, Siria se convertiría en un campo de batalla de todos contra todos, permitiendo el resurgimiento de grupos como ISIS y, lo que es directamente relevante para Jerusalén, la rápida revitalización de las infraestructuras terroristas pro-iraníes y palestinas como Hamas y la Yihad Islámica en el sur.La amenaza más sensible y compleja para Israel es, sin embargo, la humanitaria. La caída de la autoridad central en Damasco expondría a las minorías sirias a una ola de venganza sectaria y masacres. En particular, la población Drusa, concentrada en la región de Suwayda y en las laderas del Monte Hermón, se convertiría en un objetivo primordial para los grupos islamistas extremistas. Los incidentes de marzo y julio de 2025 contra las poblaciones alauita y drusa por parte de fuerzas del nuevo régimen sirvieron como una prueba de capacidad que podría escalar dramáticamente en el caos.El destino de los cerca de medio millón de drusos sirios es un imperativo ético y estratégico para Israel. El colapso obligaría al país a adoptar una política proactiva inmediata, que incluiría planes operativos para la defensa, la evacuación y la asistencia humanitaria, potencialmente requiriendo el control o la creación de zonas de seguridad en el lado sirio de la frontera. Esto, inevitablemente, aumentaría la fricción con las poblaciones civiles sunitas locales, algunas de las cuales ya ven con recelo las incursiones tácticas de las Fuerzas de Defensa de Israel en la zona fronteriza.La política de Israel desde la caída de Assad se ha centrado en dos pilares: la prevención del atrincheramiento terrorista y la consolidación de la zona fronteriza desmilitarizada a lo largo del Golán, con incursiones como la ocurrida en Beit Jinn el 27 de noviembre de 2025. Sin embargo, este enfoque se ve limitado por la diplomacia.La negociación de un acuerdo de seguridad bajo patrocinio estadounidense con Al-Sharaa es una limitación operacional. Israel está siendo disuadido de realizar el necesario “cortar el pasto” estratégico —es decir, ataques aéreos y operativos preventivos contra las células terroristas chiitas y palestinas restantes— por temor a desestabilizar a al-Sharaa, el único interlocutor viable. Esta contención táctica, dictada por la conveniencia diplomática de la Casa Blanca, corre el riesgo de permitir que los grupos hostiles refuercen sus plataformas de ataque, dejando a Israel más vulnerable el día que el régimen de al-Sharaa inevitablemente se fracture.Siria no se está curando. El país sigue sumido en una profunda crisis de gobernabilidad, economía colapsada y una fragmentación política sin precedentes. La comunidad internacional, al centrarse en la retórica de la “normalización” con al-Sharaa, está abrazando una ficción e Israel debe prepararse para la realidad: que la estabilidad siria es fugaz y que el caos, cuando llegue, exigirá una respuesta de defensa, rescate y contención coordinada, asumiendo los costes operacionales y diplomáticos de ser el garante final de la seguridad en la región. El reto ya no es sólo contener a Irán, sino gestionar el pandemónium en su puerta.

Harold Kroto, Premio Nobel de Química

Harold Walter Kroto nació en Inglaterra el 7 de octubre de 1939 en una familia de inmigrantes judíos polacos y alemanes que huyeron de la Alemania nazi en la década de 1930. Desde su infancia, mostró una curiosidad insaciable por el mundo que lo rodeaba. Creció en un entorno donde la educación y el aprendizaje eran valorados a pesar que su padre era sastre y su madre ama de casa. Esta familia trabajadora le inculcó la importancia de la educación, lo que lo motivó a sobresalir en sus estudios. A lo largo de su vida escolar, Kroto se destacó en materias científicas, especialmente en química y física. Después de completar sus estudios secundarios, Kroto estudió química en la Universidad de Sheffield. Se graduó en 1961 y continuó su formación realizando un doctorado en química, donde comenzó a explorar las propiedades de las moléculas de carbono. Tras completar su doctorado, Kroto comenzó su carrera académica en la Universidad de Sussex en 1967. Después realizó estudios postdoctorales en Canadá y en los Laboratorios Bell de USA. Durante este tiempo, trabajó en varios proyectos que lo llevaron a investigar la química del carbono en profundidad. Su enfoque innovador y su capacidad para pensar de manera creativa lo distinguieron en el campo de la química. A medida que avanzaba en su carrera, comenzó a recibir reconocimiento internacional por sus contribuciones a la ciencia. Uno de los hitos más significativos en su carrera fue el descubrimiento de los fullerenos en 1985. Este descubrimiento se produjo durante un experimento en el que Kroto y su equipo utilizaron un láser para vaporizar carbono, creando una nube de átomos de carbono; a medida que estos átomos se enfriaban, comenzaron a unirse en estructuras esféricas, formando los fullerenos. Estos son moléculas que tienen una forma similar a un balón de fútbol y están compuestos por 60 átomos de carbono. Este descubrimiento fue revolucionario, ya que abrió nuevas áreas de investigación en química, física y materiales. La estructura única de los fullerenos les confiere propiedades excepcionales, en aplicaciones que van desde la medicina hasta la nanotecnología. Estas moléculas fueron nombradas a propuesta de Kroto con el nombre de backminsterfullerene (abreviado fullerene) en honor del arquitecto Richard Backminster Fuller, quién creó la cúpula geodésica. En 1996, fue galardonado con el Premio Nobel de Química por su descubrimiento de los fullerenos. Además, ha recibido numerosos otros premios y distinciones a lo largo de su carrera. Entre ellos se encuentran el Premio Copley de la Royal Society y el Premio de la Royal Society of Chemistry. En 1990 fue nombrado miembro de la Royal Society de Londres y en 1996 fue nombrado Sir por la reina Isabel II. Harold Kroto no solo se ha destacado en la investigación, sino que también ha dedicado gran parte de su carrera a la educación y la divulgación científica. Su conexión con el arte y la cultura ha influido en su enfoque creativo hacia la ciencia. Kroto ha compartido su vida con su esposa Margaret Hunter, con quien ha criado a sus hijos, a quienes Kroto ha tratado de transmitirles la importancia de la educación y la curiosidad intelectual. Aunque fue criado como judío, ha afirmado que la religión nunca tuvo ningún sentido para él, y se autodenomina como un devoto ateo. Harold Kroto falleció en Inglaterra el 30 de abril de 2016.

El Fondo Kychenthal Hecht del Archivo Judío de Chile ingresa al Registro Nacional del Programa “Memoria del Mundo” de UNESCO

El patrimonio documental de Chile sumó un nuevo capítulo relevante: el Fondo Kychenthal Hecht, custodiado por el Archivo Judío de Chile, fue oficialmente incorporado al Registro Nacional del Programa Memoria del Mundo de la UNESCO. El reconocimiento destaca el valor histórico y humano de esta colección, que reúne la memoria de una familia judía que encontró refugio en el país tras huir del nazismo.El Programa Memoria del Mundo, creado por la UNESCO en 1992, busca proteger y garantizar el acceso al patrimonio documental mundial. Su labor se centra en la preservación de acervos históricos, la promoción de buenas prácticas archivísticas y la difusión de estos materiales para que puedan ser utilizados por investigadores y la ciudadanía. En Chile, la iniciativa es impulsada por el Comité Nacional Memoria del Mundo (MoWChile), dependiente del Servicio Nacional del Patrimonio Cultural, encargado de evaluar y postular fondos que contribuyen a ampliar la memoria histórica del país.Chile ya cuenta con varios fondos reconocidos en instancias nacionales, regionales e internacionales del programa. Entre ellos figuran el Fondo de los Jesuitas de América, los Archivos de Derechos Humanos vinculados al periodo de dictadura y la emblemática publicación Lira Popular. Todos estos acervos dan cuenta de la diversidad de expresiones, épocas y experiencias que conforman la memoria documental del país.En ese panorama, el Fondo Kychenthal Hecht destaca por la profundidad de su testimonio. La colección reúne más de 3.000 documentos producidos entre 1897 y 1972, entre ellos cartas, fotografías, certificados, pasaportes, autobiografías, material audiovisual y cuadernos de notas, dibujos. Los documentos retratan la vida de la familia Kychenthal–Hecht, quienes llegaron a Chile en 1939 escapando de la persecución nazi, y se convirtieron en parte de la comunidad judía chilena que reconstruyó su vida lejos de Europa.El acervo fue donado al Archivo Judío de Chile en 2018. Desde entonces, el equipo de la institución ha trabajado en su organización, digitalización y descripción, permitiendo que hoy sea accesible y consultado tanto por especialistas como por quienes buscan comprender la historia de las migraciones y del exilio en Chile.Su incorporación al Registro Nacional del Programa Memoria del Mundo marca un paso importante en el reconocimiento del patrimonio documental de la inmigración judía en el país. También reafirma la importancia de preservar testimonios que permiten reconstruir historias familiares atravesadas por la violencia, la pérdida y la resiliencia, pero también por la integración y el aporte cultural.El reconocimiento, además, compromete al Archivo Judío de Chile a asegurar la preservación a largo plazo del fondo, garantizar su accesibilidad y continuar impulsando su puesta en valor. Esto permitirá que sus documentos sigan siendo una fuente clave para estudios sobre migración, memoria del Holocausto y procesos de asentamiento de comunidades judías en América Latina.Con esta incorporación, el Registro Nacional Memoria del Mundo en Chile amplía su diversidad y reafirma la necesidad de proteger memorias que, aunque surgidas de experiencias dolorosas, forman parte esencial de la historia colectiva. El Fondo Kychenthal Hecht se consolida, así como un testimonio invaluable de desplazamiento, reconstrucción y memoria.Agradecemos a la Familia Kychenthal-Bab por su generosidad al compartir este valioso material. Les invitamos a apoyar y ser parte de una institución única, Archivo Judío de Chile.

Gabriel Dukes: “Vivimos rodeados de gente, pero profundamente solos, desnudos”

Gabriel Dukes cuenta que empezó a escribir casi por accidente. En el diario La Segunda le pidieron una columna sobre el duelo: “Me pareció aburridísima, así que preferí contar historias”, dice. Durante dos años escribió una cada semana: relatos sobre la angustia, la depresión, la enfermedad, el divorcio. “Ahí nació el doctor Lev”, recuerda.En 2017, una de esas historias se convertiría en su primera novela, “MalaMente”, que alcanzó tal impacto que fue seleccionada por el Consejo Nacional de la Cultura, las Artes y las Letras para la distribución de libros en las bibliotecas públicas del país.Dukes ha ejercido roles de liderazgo en salud mental a nivel nacional y ha realizado un trabajo comunitario activo: fue vicepresidente del Vaad Hajinuj —institución que coordina la educación judía en Chile— y ha participado en seminarios sobre el Holocausto en Israel.Tras la buena recepción de “MalaMente”, lanza “El psicoanalista desnudo”, también protagonizada por el doctor Lev, quien se describe con una fuerte identidad judía, y que vuelve para compartir su devenir con el lector: la relación distante con su hija, la enfermedad de su padre, el suicidio de un paciente y la muerte de su único hermano. Una novela que combina profundidad psicológica con crítica social.Para Fernando Araos, psicoanalista y expresidente de la Asociación Psicoanalítica de Chile, “Lev invita a entrar en su consultorio, en su vida y en las instituciones que matizan la su existencia… Desamparos y mezquindades, altruismo, miserias; por ahí va el protagonista con su historia, que es también la nuestra”. Ese es precisamente uno de los elementos distintivos de la novela. El autor dice que cada persona hace su lectura y que le sorprende qué cosas destacan: “Algunos terminan llorando, otros con rabia, otros con pena. Lo importante es que no solo entiendan el relato, sino que lo sientan. Quiero que lo vivan afectivamente, que se identifiquen con Lev”, explica Dukes.Lo confirma el escritor y periodista, Marcelo Simonetti: “Una de las premisas de una buena historia consiste en hacer que esta le importe al lector. Y Gabriel se las arregla bastante bien en hacer que el relato nos importe, empatizamos con Lev desde el inicio, porque de algún modo le pasan las cosas que nos pasan a nosotros”.¿Por qué Lev?“Lev significa corazón en hebreo. Yo creo que un psicoanalista, para ejercer su oficio, necesita sentir con el paciente. La empatía es por el corazón, no por la razón. Por eso Lev es humano: se contradice, se equivoca, arrastra cosas a su vida personal, transgrede límites, llega tarde. Es un psicoanalista, pero por sobre todo, un ser humano con fortalezas y vulnerabilidades, sensible al devenir de la vida”.¿Y usted, es así en su práctica?“Uno trata de hacerlo lo mejor posible. Con los años uno aprende que los modos de funcionamiento de las personas están muy arraigados. Una buena terapia no transforma a alguien en otra persona: lo ayuda un poco, lo alivia, lo hace entenderse más y llevar una mejor vida. Ayudar un poco es siempre mucho. Aceptar eso es un gran alivio para el terapeuta”.¿Cuánto tienen sus personajes de usted o de sus pacientes?“Inevitablemente algo mío hay. Pero más bien, la estructura que propongo en la novela me permite reflexionar sobre temas que me interesan. Por ejemplo, al doctor Lev lo construí como un hombre muy solo. La soledad lo vuelve frágil. Quise que estuviera expuesto a la intemperie emocional. Eso permite que los acontecimientos lo golpeen más. Además, Lev arrastra un duelo antiguo y terrible que determina su manera de ser”. ¿Es la soledad la mayor fragilidad humana?“Creo que la soledad deja a las personas desnudas y expuestas frente a la vida. El título del libro —El psicoanalista desnudo— lo pensé en ese doble sentido: la desnudez como intimidad, como una invitación a mirar lo privado de un oficio muy íntimo, pero también como vulnerabilidad. Hoy vivimos en una sociedad donde el hombre está muy solo”.¿Cómo lee la soledad a nivel sociológico, desde el psicoanálisis?“Los fenómenos sociales son multidimensionales y altamente complejos: se pueden comprender desde la sociología, la filosofía o el psicoanálisis. El psicoanálisis aporta al entendimiento de los fenómenos sociales, pero se requiere una mirada multidisciplinaria. La sociedad entendida como un grupo de personas hace exactamente lo contrario de lo que propone el psicoanálisis. Mientras esta disciplina invita a sesiones frecuentes, silencios largos, pensamiento pausado, la gente valora lo inmediato y privilegia la acción por sobre el pensamiento. Y eso tiene consecuencias”.¿En qué se nota que actuamos más de lo que pensamos?“En que muchas veces las personas apuradas toman malas decisiones. Muchas acciones requieren reflexión, quietud, tiempo. Hoy, sobre todo por las redes sociales, pensar se vuelve difícil. Entonces las personas se equivocan en aspectos fundamentales de la vida. El psicoanálisis ofrece un espacio donde la acción está suspendida para que el pensamiento pueda aparecer. Eso cambia mucho las cosas”.¿Cómo detener la acción para dejar entrar el pensamiento?“Ese es uno de los motivos por los que escribo. El acceso al psicoanálisis es limitado, pero un libro puede acercar a la gente al modo de pensar del psicoanalista. La novela está escrita en primera persona y en tiempo presente, lo que permite que el lector se tome de la mano del doctor Lev y se convierta, de algún modo, en psicoanalista. Claro que, al poco tiempo el lector comienza, estimulado por la lectura, a hacer su propia reflexión sobre temas que lo van tocando. En cierto sentido se transforma en paciente.En Chile, donde los problemas de salud mental son profundos, ¿cómo ve la situación un psicoanalista?“Freud, al observar el crecimiento del nazismo, dijo que el ser humano tiene impulsos que pujan por expresarse, que la cultura viene a domesticar los impulsos; pero que ésta a su vez, es muy frágil, como una piel que se desprende con facilidad. Hay que recordar que Freud vivió la Primera y la Segunda Guerra Mundial. Hoy la sociedad está muy polarizada, la gente anda enojada, con rabia y con una carga agresiva muy alta. Existe un descontento asociado a la idea de resolver rápido problemas tremendamente complejos que requieren tiempo. La subjetividad propia está imponiéndose a los intereses de los demás. Esto contribuye al sentimiento de soledad.¿Cómo invitaría a leer esta nueva historia del doctor Lev?“Es entretenida, pero también profunda. El desafío es descubrir lo que está detrás de la narración. Es una invitación a viajar junto al doctor Lev. Busco que los lectores vivan con el corazón —lev— la gama de sentimientos que atraviesan la historia, y que puedan conmoverse con ella”.“El psicoanalista desnudo” está disponible en www.editorialforja.cl y en librerías de todo el país y también en Buscalibre. 

Desde el desierto de Yehudá: y la construcción de un hogar en Israel

De Santiago al corazón del desiertoCuando Michelle Saraga, Haichelis de soltera, recuerda su infancia en Chile, lo hace con gratitud. Creció rodeada de comunidad, impregnada del espíritu sionista que marcó a toda una generación de jóvenes judíos. “Crecimos insertos en una kehilá maravillosa”, cuenta. “A través de las tnuot y el colegio hebreo se nos enseñó un amor por Israel muchas veces más grande que el de los propios israelíes”.Ese vínculo, sembrado desde niña, floreció con fuerza años más tarde, durante su viaje de estudios a Israel. “Sentí que este era mi lugar”, confiesa. “Me tomó tiempo tomar la decisión, pero poco a poco mi familia fue viniendo: primero mi hermana, luego mi mamá y mis otros hermanos. Eso me dio el empujón final para hacer Aliá”.En 2009, Michelle dejó atrás Santiago y comenzó una nueva vida en el Medio Oriente. Hoy vive en Cfar Eldad, un pequeño ishuv enclavado en Gush Etzion, en pleno desierto de Yehudá. Allí, junto a su esposo colombiano y sus dos hijos —Avital, de 12 años, y Gabriel, de 9—, ha construido no solo su hogar, sino también su propio emprendimiento familiar: una empresa dedicada a la construcción y el diseño.Adaptarse y reconstruirseEl camino no fue fácil. “El proceso es duro, lleno de desafíos”, reconoce. Aunque había estudiado en el Colegio Hebreo y contaba con una base en el idioma, enfrentarse a la vida cotidiana en Israel fue una historia completamente distinta. “Tenía un hebreo básico que me sirvió para empezar, pero me tomó varios años sentirme segura para trabajar en mi profesión”.Durante ese tiempo, Michelle hizo de todo: limpió casas, trabajó en restaurantes, abrió un pequeño gan (jardín infantil) y poco a poco retomó su carrera como arquitecta. “Comencé con proyectos pequeños, y con el tiempo, a punta de perseverancia, fui creciendo. Hasta el día de hoy sigo construyendo mi camino”, dice con una sonrisa que mezcla orgullo y humildad.La vida en Israel, asegura, es intensa. “El israelí es apasionado, directo, fuerte. Todo se vive con intensidad. Pero al mismo tiempo, hay un sentido de comunidad y de propósito que no se compara con nada. Acá realmente me siento en casa”.Pertenecer a una tierra y a un puebloEl entorno donde vive refuerza esa conexión. Gush Etzion es una zona profundamente simbólica, marcada por la historia del pueblo judío y su retorno a la tierra ancestral. “Vivimos en un ishuv donde el amor por Israel es lo principal. Mis hijos crecen día a día amando esta tierra. El respeto y agradecimiento hacia los jayalim (soldados) que dan su vida para que podamos vivir es incondicional. Todo eso nos da un sentido de pertenencia muy fuerte”, relata.Para Michelle, criar hijos israelíes es una de las mayores satisfacciones de su vida. “No hay nada más gratificante que verlos amar su país, sentirse parte de su historia, hablar su idioma y crecer sabiendo que están construyendo el futuro de Am Israel”, dice con emoción. “Siento que formar mi familia aquí es el logro más importante que he tenido”.Desafíos cotidianos y resilienciaLa adaptación cultural también ha tenido sus momentos difíciles. “El israelí es gritón, muchas veces no le interesa darte un buen servicio, y caer en el hospital ha sido toda una prueba de paciencia”, confiesa riendo. Pero rápidamente añade: “Al final uno se adapta. Uno aprende a entender que detrás de ese tono fuerte hay un corazón enorme”.Los desafíos, explica, son constantes: “Partiendo por el idioma, que el de mis hijos no es el mismo que el mío”, dice entre risas. Pero a pesar de todo, siente que el país acoge y acompaña a quienes llegan. “Israel está cada día más comprometido con los olim jadashim. Hay una red de apoyo que te sostiene. El israelí, cuando ve que luchas, te tiende la mano”.Una fe compartida en el futuroMichelle no ignora los tiempos difíciles que vive el país, marcados por tensiones internas y amenazas externas. Pero en su voz hay esperanza. “Me gusta sentir que acá pertenecemos, que tenemos algo muy fuerte por lo que luchar. Israel atraviesa momentos duros, con mucha división interna, pero creo que el sentido de pertenencia nos va a ayudar a salir adelante. Solo si estamos unidos podremos enfrentar los desafíos como pueblo”.Su mirada se ilumina cuando habla de la vida diaria en Israel: “Es un país pequeño, pero lleno de vida. Hay una energía única, una mezcla de idiomas y culturas que se siente en cada esquina. Israel es un poco de cada olé jadash, un mosaico donde cada persona que llega aporta algo de sí misma”.“Israel es nuestro hogar”A quienes sueñan con hacer Aliá, Michelle les deja un mensaje simple pero profundo: “Que se vengan. Este es su hogar. Israel es un lugar tan pequeño y tan hermoso, y aquí pertenecemos”.Y concluye con una frase que resume su historia y su sentir: “Israel no es solo un país. Es una historia viva que elegimos habitar cada día, con esfuerzo, con amor y con fe”.Ficha de la EntrevistadaNombre completo: Michelle Saraga (Haichelis de soltera)Profesión: Arquitecta – especializada en diseño y construcción residencialLugar de residencia: Cfar Eldad, ishuv en Gush Etzion, Desierto de Yehudá, IsraelAño de aliá:2009Familia: Casada, madre de dos hijos: Avital (12) y Gabriel (9)Emprendimiento: Cofundadora de una empresa familiar dedicada a la construcción y el diseño arquitectónico en IsraelFormación: Título de Arquitectura obtenido en Chile, Estudios en el Colegio Hebreo, donde aprendió hebreo y desarrolló su vínculo con el sionismo y la identidad judía, diversos cursos de diseño y gestión de proyectos en IsraelIdiomas: Español, hebreo e inglésValores que la inspiran: Amor por Israel, unidad del pueblo judío, esfuerzo personal y sentido de pertenenciaFrase destacada: “Israel no es solo un país. Es una historia viva que elegimos habitar cada día, con esfuerzo, amor y fe”.

Janucá: se acerca la Fiesta de las Luminarias

Janucá es la Fiesta de las Luminarias, por un lado, por la historia del cántaro encontrado en un templo profanado, un pequeño cántaro que alcanzaba para un día, pero duró para ocho días, permitiendo que se fabrique nuevo aceite para que la luz eterna pueda estar encendida.Según otras fuentes, se debe a que ocho lanzas fueron encendidas y colocadas en el Templo oscuro al momento de su reconquista. Pero más allá de ello, Janucá es la Fiesta de las Luminarias porque la luz de esta historia trasciende a la anécdota histórica y se transforma en un paradigma de la respuesta judía frente a la crisis.Cuando analizamos Janucá, tenemos que verlo desde varias ópticas.Por un lado, el intento del pueblo judío por tener su autonomía religiosa e ideológica. Por otro, el aspecto militar, que relata cómo un pueblo se levanta en armas bajo el liderazgo de Matitiahu, y de sus cinco hijos.Pero Janucá también representa un ascenso espiritual.Hay una discusión en el Talmud, en Masejet Shabbat, donde se pregunta “¿Qué es Janucá?”, y la respuesta recuerda el milagro, y no la gesta militar. En el párrafo siguiente se describe una discusión entre las casas de Hillel y Shamai sobre cómo debía encenderse la Janukía. Shamai planteaba que la sorpresa mayor del milagro se daba en el primer día, por lo tanto, en el primer día debían encenderse ocho velas e ir disminuyendo hasta llegar a una el último día. Hillel en cambio, decía, “maalim vakodesh ve lo moridim”, se crece en santidad y no se debe decrecer. Esa idea - no sé si la más lógica pero sí la con mayor sentido- es la que prosperó y llegó hasta nuestros días. Por eso en el primer día encendemos una vela y así sucesivamente hasta que en el último encendemos la Janukía completa. Entonces Janucá representa no solamente una anécdota en la historia del pueblo judío, que tiene varias fuentes, como el libro de los “Macabeos”, “Antigüedades Judías”, e incluso “La Guerra de los Judíos” de Flavio Josefo, sino que simboliza un arquetipo que se repite en la historia del pueblo judío. Ante una crisis, la respuesta judía es el atrevimiento. Así como los Macabeos se atrevieron a encender una luz, sabiendo que no era suficiente el aceite, y después se produjo el milagro, así el pueblo de Israel sigue creando milagros. Como decía David Ben-Gurión: "En Israel, para ser realista, debes creer en los milagros". Y así se estableció el Estado de Israel. Cuando se declaró la independencia no había suficiente “aceite” como para resguardar las fronteras y crear un Estado. Sin embargo, cuando se tomó la iniciativa, se produjo el milagro.No siempre el milagro fue fácil de alcanzar.En los guetos, el milagro consistía en salvaguardar la honra del pueblo judío. Así, los héroes de las revueltas, de guetos y campos de exterminio quedaron en la memoria colectiva como un antecedente vital de que la sangre de Israel no debe fluir como el agua. En síntesis, la Fiesta de las Luminarias —Jag Urim— así se la denomina en hebreo (de muchos “or”, de muchas luces), tiene distintas facetas y acá describimos solamente una parte de ellas.El resto aparecerá durante la historia de nuestro pueblo. Que siempre sean para bendición, para resguardar la identidad judía, para preservar nuestra particularidad y para que la honra de Israel sea eterna.Jag Urim Sameaj. Una hermosa y significativa celebración de Janucá para toda nuestra comunidad y para todo el pueblo de Israel.

Eric Kandel, Premio Nobel de Medicina

Eric Kandel nació en Viena el 7 de noviembre de 1929, antes de la Segunda Guerra Mundial. Sus padres eran comerciantes y se aseguraron de que recibiera una sólida educación primaria. A medida que la influencia nazi crecía, también lo hacía la persecución de la población judía de Austria, que entonces incluía a muchos líderes en ciencia y medicina. Su familia se mudó a los Estados Unidos justo después de la anexión nazi. Asistió a la Yeshiva de Flatbush y se hizo fluente en hebreo y Jumash, además de una educación secular de primera clase. A lo largo de su vida, atribuyó esto como la base de su curiosidad intelectual. Kandel se sintió atraído por la Historia, y obtuvo su primer título en la Universidad de Harvard con una disertación sobre la actitud ante el nacional socialismo de tres escritores alemanes: Carl Auckmayer, Hans Carossa y Ernst Jünger. Bajo la influencia de una compañera de estudios y de los padres de ella, ambos psicoanalistas, Kandel se interesó por la biología de la motivación y por los procesos conscientes e inconscientes de la memoria. Luego fue a la Escuela de Medicina de la Universidad de Nueva York. Tenía la intención de practicar psicoanálisis, pero su carrera dio un giro cuando se inscribió en un laboratorio que trabajaba en neurociencia celular. Luego fue al NIH, a las universidades de Nueva York y Columbia, investigando la base biológica del aprendizaje y la memoria. Se dio cuenta de que para hacerlo necesitaba el modelo animal más simple y básico y eligió el caracol marino Aplysia Su formación posterior se repartió entre la Neurofisiología y la Psiquiatría en las universidades de Massachusetts, Harvard y París. En 1965 fue nombrado director del Centro de Neurobiología de la Universidad Columbia, en cuyo laboratorio concentró su actividad investigadora sobre neurotransmisores.El cerebro está compuesto por numerosas células nerviosas que se comunican entre sí mediante el envío de señales eléctricas y químicas, las que controlan nuestro cuerpo y nuestro comportamiento. Eric Kandel estudió cómo se almacenan los recuerdos en estas células nerviosas. Su descubrimiento más importante se produjo en 1970, mientras estudiaba el Aplysia, con un sistema nervioso simple, en que, a medida que el caracol aprendía, las señales químicas modificaba la estructura de las sinapsis, donde se envían y reciben dichas señales. Posteriormente, demostró que la memoria a corto y largo plazo se forma mediante señales diferentes. Esto se cumple en todos los animales que aprenden, desde los moluscos hasta el ser humano. Kandel relaciona algunos de sus hallazgos con las ideas básicas acerca del conocimiento propuestas por el empirismo y por el racionalismo durante el siglo XVII. Así, mientras Locke sostenía que no había conocimiento innato y que todo se debía al aprendizaje, Kant sostenía que nacemos con ciertos esquemas innatos. La realidad les da la razón en parte a los dos. La anatomía del circuito neural es un ejemplo sencillo del conocimiento a priori kantiano, mientras que las modificaciones de las conexiones particulares dentro de ese circuito reflejan la influencia de la experiencia.Miembro de numerosas academias, Kandel recibió el Premio Nobel de Medicina el año 2000. A lo largo de su carrera, identificó su experiencia con el antisemitismo y su educación judía como un componente formativo de su vida. De 96 años, está casado con Denise y tienen dos hijos.

Jánuca en la Municipalidad de Lo Barnechea

Lo Barnechea es una comuna caracterizada por su diversidad y por la convivencia armoniosa de distintas tradiciones religiosas. En sus calles conviven sinagogas, iglesias y templos de distintas denominaciones, todos acompañados por una municipalidad que promueve activamente la libertad de culto y el respeto entre comunidades.Con este espíritu nació la Oficina Municipal de Asuntos Religiosos (OMAR), encargada de gestionar y fortalecer las políticas comunales en materia religiosa, brindando asesoría técnica para la obtención de personalidad jurídica, acompañando a líderes comunitarios, orientando postulaciones a fondos concursables y actuando como puente entre las entidades religiosas locales y la Oficina Nacional de Asuntos Religiosos. También lidera y apoya la realización de celebraciones y eventos religiosos que requieren coordinación con el municipio, espacios públicos u otras instituciones del Estado.La OMAR de Lo Barnechea es la única en el país dirigida por una persona de la comunidad judía, lo que ha permitido fortalecer el diálogo interreligioso. Este año se han realizado dos desayunos de encuentro, encabezados por el alcalde Felipe Alessandri y representantes de todas las religiones, incluidos rabinos del Círculo Israelita y de Aish HaTorá.En este contexto, se celebrará por segunda vez Jánuca en Lo Barnechea, una festividad que convoca tanto a vecinos judíos como no judíos en un gesto de luz, encuentro y comunidad. Este evento refleja el compromiso permanente del municipio, de la OMAR y del alcalde con crear las condiciones necesarias para que cada vecino pueda vivir su fe con tranquilidad, respeto y plena libertad, avanzando en temas prácticos como el uso del espacio público, estacionamientos y otras gestiones que mejoran la vida religiosa de todos.Invitamos a toda la comunidad a participar en esta ceremonia para compartir y encender juntos la luz de la diversidad y la amistad.Jueves 18 de diciembre a las 18:30 hrs.

Una noche de luz con cello y piano para celebrar Jánuca

Para compartir el encendido de la cuarta vela de Jánuca, el área de Extensión Cultural del Círculo Israelita ha organizado un inédito concierto de Schubert, Beethoven y Chopin.Las intérpretes son la pianista Dafna Barenboim, quien estudió en la Escuela Moderna de Música, el Instituto de Música de la Universidad Católica, la Universidad de Indiana (EE. UU.), Mannes School of Music y Robert Abramson Dalcroze Institute.Elisa R. Sádaba es chelista. Estudió en Yale y en el Boston Conservatory, entre otros. Además de su carrera como intérprete, enseña violonchelo en el Conservatorio de la Universidad Mayor y en la Universidad de Chile. Conversamos con ellas para conocer su pasión y detalles del concierto que ofrecerán a la comunidad.Dafna, muchos te conocíamos como alguien dedicado a la música desde el colegio. ¿Siempre supiste que dedicarías tu vida a esto?"No siempre supe. Cuando era bien chica quería ser psicóloga de guaguas. Tocaba piano y a los ocho años gané un concurso, después vinieron otros y se fue dando. En cuarto medio, mi profesora de piano me dijo que no me iba a hacer más clases hasta que yo decidiera. Y decidí que yo quería seguir. Lo decidí conscientemente, porque a veces no estudiaba como debería haber estudiado."Elisa, ¿cuándo decidiste dedicarte a la música?“Cuando tenía unos cinco años, llegó una chica con un cello y se sentó a tocar: cuando empezó a sonar, yo no podía creer lo que estaba escuchando. Me enamoré y le dije a mi madre que yo quería hacer eso, y desde entonces siempre tuve claro que quería dedicarme al cello.Ha sido una de las decisiones más claras que he tenido en mi vida”.¿Quiénes marcaron de manera más profunda su identidad musical?Dafna: “Por una parte es algo con lo que uno nace, como que uno lo recibió. Y eso no lo puedo explicar con palabras, es algo bien mágico. La otra parte es lo que uno recibe de los profesores. Todos mis profesores han ayudado y me han entregado conocimiento para poder convertirme en lo que soy como músico y como persona, como pianista, en distintas etapas de la vida.”Elisa: “Es una pregunta muy complicada. Yo diría que sí o sí, los primeros referentes musicales que podría tener son profesores como Roman Jablonsky, Iñaki Echepare; todos me han marcado y han sido referencias. Después uno escoge dónde estudiar por el profesor. En mi caso, fui a Yale porque estaba Aldo Parisot, y después fui al Boston Conservatory porque estaba Rhonda Rider.En segundo lugar, diría que hay artistas que a uno lo marcan en diferentes periodos de la vida. No podría nombrar uno o dos, pero al final uno admira a distintos artistas en distintos momentos de la vida porque va cambiando tu apreciación”.Dafna: ¿Por qué dices que tu carrera es parte inseparable de tu identidad?"Ser pianista es como parte de mí. No lo puedo separar de quien soy. Está en constante desarrollo. El piano me eligió a mí y las cosas se van dando por algo. Yo necesito la música, necesito estudiar y necesito tocar. Me hace muy bien. También hay una sanación en ello”.Elisa, tu formación ha sido en instituciones de élite. ¿Cómo ha marcado eso tu perfil profesional?“La exigencia era enorme. En cada clase se espera que estés tocando un nivel muy alto, sin bajar la intensidad y eso era muy estresante, pero me hizo estar muy segura de haber decidido ser chelista, de haber estudiado la carrera de música y comprometerme a llevar un estilo de vida en que tienes que estudiar todos los días.Además, te enseña a ser riguroso contigo mismo para lo que uno enfrenta después”.Sueles presentarte con Dafna: ¿Qué las une?“Tocamos juntas hace varios años y primero nos unió la música, después la amistad. Hoy somos familia, básicamente.A veces, con algunas personas, las cosas funcionan mágicamente, y Dafna es una de esas personas. Uno hace clic y no hacen falta palabras”.¿Cómo eligieron las piezas para el concierto en el Mercaz?Dafna: “Nos pidieron que fuera algo alegre. Pensamos en que las variaciones de Beethoven, que están escritas sobre un tema de Händel, de Judas Maccabeo. Entonces, me pareció muy lindo tocarlo en Jánuca. Además, las variaciones están escritas justo para cello y piano.Por otra parte, la “Polonesa” de Chopin es alegre, tiene una parte de baile, y Schubert, que es un compositor con quien siento una conexión especial, porque este año estamos con esa pieza, que quisimos compartir con todos, porque es preciosa”.Invitación:Ven a disfrutar de la música junto a estas destacadas artistas, y a encender en comunidad la cuarta vela de Jánuca, la “Fiesta de las Luces”.Miércoles 17 de diciembre a las 19:15Entrada liberada. Se solicita puntualidad.Inscripción en socios@cis.cl

Impacto económico de la inteligencia artificial: una historia en desarrollo

Qué duda cabe, la inteligencia artificial irá haciéndose notar en la economía con cada vez mayor fuerza, entendiendo que hace eficiente la resolución problemas complejos, pero también apunta a la operatoria de procesos. La historia nos muestra que cambios disruptivos como el que se está configurando, impulsa a las economías, lo que se manifestará con nitidez en las próximas décadas. El primer gran salto en crecimiento en la historia moderna se reconoce a fines de 1700 con la revolución industrial, que cambió definitivamente la economía mundial. En 1882, con la invención del motor eléctrico, las fuentes de energía se multiplicaron, llevando a incrementos importantes de productividad. En los 90s, el desarrollo de internet y las comunicaciones digitales revolucionaron la forma de relacionarnos, llevando a un nuevo impulso en el crecimiento.La evidencia muestra que la adopción de tecnologías toma tiempo, aunque los plazos se acortan cada vez más. La máquina a vapor, que marcó la revolución industrial, tardó más de 100 años en extenderse globalmente. El motor eléctrico lo hizo en 50 años e internet en solo cinco. De cualquier manera, la velocidad con la que se adoptan los cambios en cada país depende de sus características y cuestiones culturales. Destaca la flexibilidad, los incentivos a la innovación, el hambre por buscar nuevas formas de hacer las cosas y, por cierto, la educación.Algunas estimaciones respecto al impacto de la inteligencia artificial plantean un alza entre 1 y 2% en la productividad, y aún más alto en el caso de economías bien preparadas. Pero lo cierto es que se trata de un fenómeno en desarrollo y cualquier estimación tiene hoy una enorme dosis de incertidumbre. Se trata de una cuarta revolución industrial que cambiará procesos y formas de enfrentar los desafíos prácticos, llevando a caminos aún por descubrir. Algunos se quedan con la percepción de que eliminará los trabajos y procesos fáciles de automatizar, lo que causa algún temor. Pero lo cierto es que el impulso en el crecimiento, tal como muestran experiencias equivalentes del pasado, generará nuevos empleos, potenciando aquellos en que el uso de la nueva herramienta es esencial.Entender los alcances de este fenómeno y prepararnos para su uso es una urgencia. Como lo muestra el ranking recién publicado por Capital Economics para medir la capacidad de adaptación de nuevas tecnologías, EEUU, que encabeza el ranking con una nota 70 en una escala de 1 a 100, mientras Israel da cuenta de valores cercanos a 52. Los países europeos reconocen cifras en torno a 40, en tanto América Latina cierra el ranking con una pobre puntuación de 15. Mirando a Chile, se advierte que la educación no está preparando a las nuevas generaciones como el panorama exige. La capacitación en las empresas es extremadamente limitada como para disponer de trabajadores que lidien con las nuevas herramientas y le saquen el debido provecho. La cultura pro-innovación es aún insuficiente, a pesar de que se han ido creando espacios a través de ecosistemas que apoyan el emprendimiento. Si no nos ponemos en acción para abordar los enormes desafíos que se levantan frente a nuestros ojos, las brechas que vemos con las economías mejor preparadas, con visión de largo plazo, se incrementarán. Es probable, además, que las diferencias de ingreso por segmento social se amplíen si no llevamos esta nueva cultura a cada rincón del país y capacitamos a todos para su uso. El reloj avanza rápido.

Kavod haMet: el precepto judío de honrar la vida, incluso en la muerte

ZAKA nace de una necesidad concreta: después de atentados y accidentes, restos humanos dispersos por el lugar quedaban sin reconocimiento y sin entierro adecuado. Su nombre —Zihuy Korbanot Ason, “Identificación de Víctimas de Desastre”— resume su tarea. Formalmente constituida en la década de 1990, la organización creció a partir de jóvenes religiosos que comprendieron que la preservación de la dignidad del muerto es un mandato máximo en la tradición judía: “Para salvar a los vivos, para honrar a los muertos”. Desde entonces, ZAKA se convirtió en la estructura principal en Israel para la recuperación, embalaje y documentación de restos humanos tras atentados, accidentes y desastres naturales. Una tarea sagrada: la halajá y el deber humanPara muchos voluntarios, lo que hacen es la mitzvá suprema: devolver al fallecido la posibilidad de inhumación completa y respetuosa. La norma religiosa que exige enterrar a un difunto “lo más entero posible” impulsa la minuciosidad: buscar hasta el último fragmento, identificarlo, reunirlo y entregarlo a sus familiares o a las autoridades competentes. Esa exigencia técnica y moral convirtió a ZAKA en un puente entre la ley religiosa, la medicina forense y las fuerzas de seguridad. Las descripciones de quienes hacen el trabajo hablan por sí solas. Voluntarios de ZAKA se entrenan para entrar a escenarios que otros no pueden soportar: restos humanos, escenas de violencia extrema, cadáveres desmembrados. En entrevistas recogidas por organizaciones y medios, los rescatistas cuentan la carga emocional y la disciplina necesaria. Yossi Landau, veterano de ZAKA, lo resume en frases repetidas en reportes: su misión es recuperar cuerpos para que los familiares tengan a quién llorar y enterrar. “En el judaísmo, una persona debe ser enterrada completa. Recuperamos lo que podamos; es la mayor mitzvá que puedes hacer por otro”, explicó en una crónica. Human Rights Watch entrevistó a diez voluntarios que sirvieron tras el 7 de octubre y documentó el peso psicológico que cargan: describen escenas que “no se borran” y la sensación de cumplir una función esencial cuando todo lo demás parece desmoronarse. El 7 de octubre: una labor que se volvió centralZAKA no es improvisación: sus brigadas reciben formación en identificación forense, primeros auxilios, procedimientos de preservación de restos y coordinación con policía y fuerzas de emergencia. La organización opera en decenas de distritos y cuenta con unidades reconocidas por el Estado; además, mantiene presencia internacional y ha sido desplegada en catástrofes fuera de Israel en misiones humanitarias. Antes de octubre de 2023, ZAKA ya era conocida por su trabajo en atentados e incidentes masivos; tras el 7/10 su actividad se multiplicó tanto en volumen como en visibilidad. Dicho ataque, colocó a ZAKA en un rol especialmente público y desgastante. Tras las escenas de violencia y los secuestros masivos, los equipos se movilizaron a numerosos frentes para recuperar restos y ayudar en la identificación de víctimas. La magnitud y crudeza del atentado —con civiles asesinados en terreno abierto, cuerpos dispersos y heridas atroces— exigió una intensidad de trabajo pocas veces vista. Human Rights Watch y otros informes recogieron las experiencias de los rescatistas que, a su vez, fueron la primera línea para dar dignidad a las víctimas en medio del horror. Cuando han ocurrido intercambios entre Israel y Hamas —ya sea de prisioneros, rehenes o cuerpos— ZAKA ha estado presente en la recepción, la identificación y la documentación de las víctimas devueltas. La recuperación de cuerpos entregados o recuperados por las fuerzas implica una cadena de custodia estricta y un abordaje que combina forense, religioso y diplomático. Informes sobre la devolución de cuerpos —como la cobertura sobre la recuperación de rehenes fallecidos— subrayan el papel de ZAKA: identificar, verificar y devolver los restos a familias en condiciones de respeto y certificación. En mayo de 2024, cuando se recuperaron cuerpos de rehenes, medios documentaron la llegada de los restos, la participación de equipos forenses y las familias que recibieron a sus seres queridos; ZAKA formó parte de ese proceso de restitución y reconocimiento. El costo humano: trauma, recogimiento y sentidoQuienes trabajan en ZAKA insisten en que el trabajo no es “heroísmo” exhibido, sino servicio a la humanidad y cumplimiento de un mandato. A la vez, reconocen el peso del trauma: meses después de los episodios más duros llegan las emociones. Voluntarios hablan de noches sin dormir, de recuerdos que invaden la vida cotidiana, y de la necesidad de apoyo psicológico. La organización, por su magnitud y visibilidad, también ha sido objeto de donaciones y apoyo público que permitieron sostener la operación intensiva después de octubre, cuando la demanda fue extrema. La exposición pública y el trabajo en zonas conflictivas han traído también debates: cómo coordinar con fuerzas militares, cómo asegurar la cadena de custodia en contextos bélicos, y cómo proteger la salud mental de los voluntarios. Informes de derechos humanos señalaron que la visibilidad de ZAKA en la escena hizo que sus voluntarios fueran entrevistados y que sus relatos sirviesen para documentar crímenes; al mismo tiempo, la organización ha debido administrar una enorme presión mediática, logística y emocional. El gesto que sostiene: memoria, dignidad y justiciaZAKA encarna una confluencia singular: ley religiosa, ciencia forense y acción comunitaria. Su labor recuerda que, aun en la violencia más extrema, el reconocimiento del cadáver, su identificación y su entierro respetuoso son formas de resistencia moral: una manera de afirmar que la humanidad de la víctima no se pierde, que cada nombre cuenta. Para las familias, la identificación y la entrega de restos es una etapa clave del duelo; para la sociedad, es prueba y memoria. El trabajo de ZAKA no es solo técnica: es un gesto ritual y humano que sostiene a la comunidad en los días más oscuros. Mientras los debates políticos sobre guerra y seguridad continúan, en los escombros y en las morgues hay personas que buscan fragmentos, fotografían, documentan y devuelven. Son voluntarios que recuerdan la enseñanza clásica: honrar al muerto es honrar a la vida. En ese puente entre la ley, la ciencia y el corazón, ZAKA sigue recogiendo —literal y simbólicamente— lo que queda de nosotros, para que nuestras historias no se pierdan en la violencia. RECUADROS: Citas de voluntarios de ZAKA tras el 7 de octubreEstas citas muestran no solo la brutalidad del 7 de octubre, sino el compromiso profundo de los voluntarios de ZAKA: llevar dignidad, consuelo y cierre a familias destruidas, aun frente al horror. Son voces que recuerdan que cada cuerpo cuenta, cada nombre importa, y cada acto de rescate es una plegaria hecha acción."Les digo a los voluntarios que estamos en una misión. Es una misión sagrada. Está en nuestra religión... Vamos a lograr que todos tengan una tumba y un lugar donde su familia pueda venir y decir una bendición y dar una bendición". Yossi Landau (Jefe de Operaciones del sur de ZAKA) Líder del equipo que coordinó recuperación de cuerpos tras los ataques, incluyendo zonas rurales y comunidades al sur. (AJC)"No tenía idea de por dónde empezar... Descubrí que el hombre recibió un disparo en la cabeza. Después de eso, levanté la cabeza y comencé a ver cuerpos esparcidos por la carretera de izquierda a derecha”. Jamal Waraqi (Voluntario árabe-israelí de ZAKA). Estuvo en la ciudad de Sderot, una de las primeras ciudades atacadas; describe el shock inicial al llegar a escenas de masacre. (Times of Israel)"Nunca habíamos visto algo así, ni en escala ni en brutalidad". Eli Turjeman (Voluntario veterano de ZAKA). Trabajó en el centro forense tras el 7 de octubre identificando cuerpos, comparando con otros desastres previos; su testimonio resalta la magnitud emocional del evento. (ynetglobal)“No se puede borrar lo que vimos allí... Es algo que la mente de una persona normal no puede manejar”. Elchanan Shachaf (Voluntario de ZAKA). También en las operaciones de identificación en Shura base y otras zonas; su frase refleja el trauma persistente que enfrentan quienes hacen este trabajo. (ynetglobal)“El siete de octubre había este camino maldito, el camino 232. Era imposible seguir conduciendo. Todo el camino condujimos entre los autos de las víctimas, docenas de ellos”. Oz Avizov (comandante de la unidad de resiliencia de ZAKA). Dirige programas de apoyo psicológico y resiliencia para los voluntarios; recuerda escenas de carreteras llenas de autos de víctimas tras el ataque. (Zaka)“Los eventos a los que estuvieron expuestos estaban en una escala que nadie había encontrado antes... Hay recuerdos que nunca podremos borrar”. Atzmon Meshulam (Líder del departamento de resiliencia de ZAKA). Coordina retiros terapéuticos y apoyo psicológico para voluntarios de ZAKA; sus palabras subrayan la magnitud del trauma y la necesidad de ayuda continua. (Times of Israel)

David Morris Lee, Premio Nobel de Física

David Morris Lee nació el 20 de enero de 1931 en Nueva York en el seno de una familia judía de clase media. Como muchos científicos judíos de su generación, Lee creció en un entorno familiar que fomentaba la disciplina, la curiosidad científica y la excelencia académica, características que marcarían toda su trayectoria profesional. Lee cursó sus estudios de pregrado en Harvard, donde obtuvo el grado de Bachelor of Arts en 1952. Posteriormente, realizó estudios de posgrado en Yale, donde se doctoró en Física en 1959. Tras completar su formación, se incorporó al departamento de física de la Universidad de Cornell, con la cual mantuvo un estrecho vínculo durante toda su carrera académica, llegando a ocupar el cargo de Profesor de Física y Profesor Emérito. El aporte científico más relevante de Lee se produjo en 1970, cuando descubrió el fenómeno de la superfluidez del helio-3, un estado cuántico de la materia que aparece a temperaturas extremadamente bajas, cercanas al cero absoluto. Observó un cambio repentino en sus propiedades físicas, indicando un estado completamente nuevo de la materia, un estado superfluido, en el cual el líquido fluye sin fricción ni viscosidad y manifiesta efectos cuánticos a escala macroscópica. Este hallazgo representó un avance fundamental en la comprensión de la mecánica cuántica macroscópica y de la física de bajas temperaturas, aportando una nueva dimensión al estudio de los sistemas cuánticos colectivos. Por este trabajo, recibió el Premio Nobel de Física en 1996. A lo largo de su carrera, destacó no solo por su rigor experimental, sino también por su dedicación a la docencia y la formación de nuevas generaciones de físicos. Fue miembro de la American Physical Society, de la National Academy of Sciences y de la American Academy of Arts and Sciences, entre otras instituciones de prestigio internacional.Aunque no existen registros de una práctica religiosa activa, su identidad judía se inscribe dentro de una tradición cultural que valora la educación, el pensamiento crítico y la búsqueda del conocimiento, factores que influyeron notablemente en su formación intelectual. Su pertenencia a la comunidad judía, aunque principalmente cultural, refleja un marco de valores centrado en la educación y la investigación como medios de desarrollo humano y social. En este sentido, Lee forma parte de una extensa tradición de científicos judíos cuya contribución al conocimiento ha sido determinante en la ciencia moderna. El judaísmo según Lee explora la identidad y la cultura judía más allá de la religión y el nacionalismo, centrándose en cómo los lazos sociales y la historia compartida pueden mantener una identidad judía secular. Su trabajo analiza cómo la condición social judía ha influido en la cultura y si el judaísmo moderno y puede persistir sin prácticas religiosas o sin la nación de Israel. Las ideas clave incluyen la existencia de un judaísmo basado en la cultura y la comunidad, la identidad a través de la aculturación y la posibilidad de una identidad judía que no esté ligada al nacionalismo.David Morris Lee falleció el 17 de mayo de 2024, dejando un legado científico de profundo impacto en la física contemporánea y en la comprensión de los fenómenos cuánticos a bajas temperaturas. David M. Lee es considerado uno de los pioneros de la física moderna, y su trabajo abrió el camino para el estudio de aplicaciones en superconductividad y tecnología cuántica.

Una historia con dos caminos

El 29 de noviembre de 1947 las Naciones Unidas votaron a favor de reconocer el derecho del pueblo judío a restablecer un Estado en la Tierra de Israel. La Resolución 181 de la ONU, conocida como el Plan de Partición, ofreció a judíos y árabes un camino hacia la autodeterminación. La parte judía reconoció el plan como una propuesta innovadora y un reconocimiento del derecho del pueblo judío a tener un estado independiente en su patria histórica. La parte árabe rechazó de plano el Plan de Partición, optando por la vía de la confrontación.La comunidad judía que residía en la Tierra de Israel, pequeña y vulnerable en aquel entonces, aprovechó la oportunidad con sentido de urgencia y determinación. El moderno Estado de Israel se convirtió en una democracia próspera, un centro global de innovación, ciencia y arte, y una nación que fomenta la cooperación internacional y entrega ayuda humanitaria en todo el mundo.El mundo árabe, en cambio, respondió a la misma encrucijada histórica negándose a transigir y avanzar. El rechazo árabe al Plan de Partición no condujo a la consecución de un Estado palestino, sino a guerras, el desplazamiento de judíos y árabes, y décadas de oportunidades perdidas. En 1947, los palestinos podrían haber levantado un Estado propio junto a Israel. En su lugar, optaron por la guerra. Las consecuencias se han sentido desde entonces. Los líderes palestinos dedicaron décadas y enormes recursos a atacar a Israel, en lugar de fomentar la coexistencia.La historia de Israel desde 1947 se sustenta en un desarrollo exitoso, basado en la resiliencia y la perseverancia, prueba de que la claridad moral y el compromiso pragmático pueden coexistir. Israel ha declarado y demostrado constantemente su voluntad de vivir en paz con sus vecinos árabes, buscando acuerdos y alianzas con quienes estén dispuestos a seguir un camino similar. Así se ha logrado firmar la paz con Egipto y Jordania, y se han normalizado relaciones diplomáticas con Emiratos Árabes Unidos, Bahrein y Marruecos.Hoy, el contraste es marcado. Israel, más pequeño que muchos de sus vecinos, se erige como un centro tecnológico, una economía abierta y una sociedad pluralista. Mientras tanto, muchos de los regímenes que en su día declararon que destruirían a Israel se han enfrentado a agitación política, pobreza y conflictos internos. Esta situación es especialmente evidente en la Franja de Gaza, donde Hamás ha instalado una ideología yihadista que se compromete explícitamente con la destrucción de Israel. Esto representa una amenaza existencial no solo para la población civil israelí, sino también para cualquier esperanza de coexistencia pacífica. El rechazo de Hamás a los acuerdos, su glorificación de la violencia y su explotación de la población palestina han perpetuado el sufrimiento y obstaculizado todo intento de construir un futuro en paz. Sus acciones reflejan la versión más extrema de la misma corriente que en 1947 enarboló la negativa a aceptar la legitimidad del Estado de Israel.El legado del 29 de noviembre debe recordar al mundo, y en particular a Medio Oriente, que el futuro se forja con decisiones. El pueblo judío eligió la aceptación, el acuerdo y la construcción. Los líderes palestinos eligieron el rechazo, la negación y la destrucción. Setenta y ocho años después, los resultados de esos dos caminos están a la vista de todos.La existencia de Israel hoy no es solo un hecho político; es una victoria moral, un testimonio del poder de la fe, la resiliencia y el derecho perdurable del pueblo originario a tener su estado en la Tierra de Israel. Pese a todo, persiste la esperanza de que, algún día, nuestros vecinos palestinos tomen la misma decisión que Israel tomó en 1947: aceptar la legitimidad del otro y construir un futuro digno de compartir.

Se cumplen 78 años del Plan de Partición

El Plan de Partición de la ONU, aprobado el 29 de noviembre de 1947, fue uno de los hitos diplomáticos más influyentes del siglo XX. Su objetivo era claro: dividir el Mandato Británico sobre Palestina en dos estados, uno judío y otro árabe, para poner fin a décadas de tensiones irreconciliables. Para el pueblo judío representó la concreción de un anhelo de dos milenios; para el liderazgo árabe, un proyecto inaceptable. A casi ocho décadas, su legado sigue siendo central para entender el conflicto vigente.Un diagnóstico temprano: la Comisión Peel de 1937El concepto de partición no nació en la ONU. Diez años antes, en 1937, la Comisión Peel —enviada por Londres para investigar la violencia creciente en Palestina— llegó a una conclusión que cambiaría la historia: árabes y judíos no podían coexistir bajo un mismo aparato político.El informe propuso dividir el territorio y poner fin al Mandato Británico. Aunque la idea fue rechazada, instaló por primera vez el debate sobre la necesidad de dos entidades políticas separadas.La ONU toma el controlTras la Segunda Guerra Mundial y el trauma del Holocausto, la situación en Palestina se volvió insostenible. El Reino Unido, incapaz de frenar los ataques entre ambas comunidades, entregó el problema a la recién creada ONU.El Comité Especial para Palestina (UNSCOP) retomó la conclusión de la Comisión Peel y propuso la Resolución 181, aprobada el 29 de noviembre de 1947, que estableció la partición del territorio y un estatus internacional para Jerusalén.El apoyo diplomático fue inusual: Estados Unidos y la Unión Soviética, rivales en casi todo, coincidieron por única vez en respaldar la creación de un Estado judío.El rechazo árabeLa dirigencia árabe palestina rechazó el plan de plano. Lo consideró un acto de fragmentación y sostuvo que la presencia judía no debía ampliarse ni institucionalizarse. Sus demandas incluían detener la inmigración judía, prohibir nuevas compras de tierras y evitar cualquier reconocimiento de un “hogar nacional judío”.La oposición árabe significó que el plan nunca pudiera implementarse pacíficamente: la guerra de 1947-1949 terminó fijando las líneas de control territorial, no la diplomacia. Así, la partición “real” fue el resultado del conflicto armado, no de la Resolución 181.Un mapa difícil Los propios defensores del proyecto sabían que partir el territorio era una tarea casi imposible. Palestina era pequeña, con poblaciones mezcladas y una economía profundamente interdependiente.Carreteras, redes de agua, cultivos y mercados estaban interconectados. Separar esas piezas sin generar rupturas sociales, económicas y logísticas era prácticamente imposible. Las fronteras sugeridas por la ONU reflejaban esa complejidad.La importancia históricaSin comprender ese punto de partida, resulta imposible entender la lógica, los desafíos y los fracasos que han acompañado décadas de búsqueda de una solución duradera. De él se desprenden tanto las guerras que marcaron la región como los múltiples intentos de paz que, hasta hoy, siguen basándose en la misma idea central: la creación de dos estados para dos pueblos.Un nuevo comienzo para el pueblo judíoPara el pueblo judío, la partición representó un nuevo comienzo y la concreción de un largo anhelo. Después de siglos de persecuciones, expulsiones y antisemitismo —culminados en la tragedia del Holocausto— la posibilidad de tener un Estado propio significaba dejar atrás la vida como minoría vulnerable y recuperar la capacidad de decidir su destino.El reconocimiento internacional del derecho del pueblo judío a un hogar nacional en su tierra ancestral abrió la puerta a la construcción de una nación que siempre mantuvo a Israel y a Jerusalem como centro y referencia cultural y religiosa.  La misma tierra (Israel), el mismo idioma (hebreo) y la misma fe (judaísmo)  

La pluma judía detrás de Uzi Rock y Abi Gold

“Soy una persona en constante búsqueda, sin saber a veces lo que está buscando”, comienza esta entrevista Diego, más conocido por su nombre en hebreo y pseudónimo, Shmuel Fuks. Esa inquietud lo define. La escritura no fue un camino recto, sino una serie de intentos que partieron a los 12 años, cuando quiso redactar un libro de guerra en una libreta. No pasó de cinco páginas, pero aquella derrota temprana lo animó a volver años más tarde con poesías, cuentos cortos y, finalmente, novelas.Orientador vocacional y psicólogo de formación, especializado en psicoterapia adolescentes, adultos y estimulación cognitiva adultos mayores, reconoce que escuchar a otros le dio material para imaginar historias. “Escribir es una especie de catarsis, incluso terapéutica”, explica, y lo hace siempre desde un espacio de soledad buscada, donde nacen sus mejores ideas.El escritor que no quiere llamarse escritorCon humildad, asegura que la etiqueta de “escritor” le queda grande. “Simplemente me gusta escribir”, dice. Hoy tiene tres publicaciones: un libro de cuentos para niños y dos novelas de aventuras protagonizadas por Uzi Rock y Abi Gold, héroes que enfrentan misiones al estilo “elige tu propia aventura”. Su objetivo es claro: entretener y enseñar. “Me gusta que cuando alguien lea, quede una moraleja o enseñanza”.De niño devoraba los libros de la serie Los Hollister y las novelas de Agatha Christie que guardaba su abuela. Más tarde, los volúmenes de “Elige tu propia aventura” lo marcaron profundamente. En el cine, los espías de James Bond o la saga de Misión Imposible también dejaron huella. Todo ello confluyó en sus novelas actuales, que combinan acción, misterio y valores.Judaísmo en clave narrativaAunque insiste en que sus obras no son religiosas, reconoce que el judaísmo siempre está presente. “El judaísmo le ha entregado al mundo valores y enseñanzas. Yo trato de camuflar esas ideas en alguna historia”. En sus libros, la honestidad, la responsabilidad y la solidaridad están al centro.Los protagonistas, Uzi Rock y Abi Gold, reflejan distintas facetas: uno fuerte y reflexivo, el otro más cercano al lector, con miedos pero también valentía. Ambos encarnan una ética universal: se puede triunfar sin romper reglas. El desafío de escribir “kasher”Uno de los retos más grandes fue crear historias atractivas que a la vez fueran aptas para niños y jóvenes de familias religiosas. “Debía esforzarme al máximo para que fueran entretenidas, con un buen argumento y totalmente respetuosas”, comenta. En su segunda novela, incluso abordó la Segunda Guerra Mundial y a los nazis, con cuidado y respeto.Proyección y futuroActualmente sus libros se pueden encontrar en el Instituto Hebreo, el Maimónides School y en Amazon. Está en conversaciones con editoriales para llegar a un público más amplio. Acaba de terminar la última entrega de la saga de Uzi Rock y no descarta explorar otros géneros.¿Un sueño? Ver sus historias en cine o televisión. “Me gustaría que fueran fieles al libro, porque la imaginación siempre entrega más. Pero si llegaran a la pantalla, significaría que fue todo un éxito. Ese sería un sueño cumplido”.Dónde Comprar: Instituto Hebreo, el Maimónides School y en Amazon o directamente con Diego a su mail shalomjai@gmai.com